Norelys Morales Aguilera.- “Altercados por la venta de entradas falsas para el concierto de Lady Gaga” informó la TV española exponiendo en el titular el motivo de tales protestas en el Palacio del Deportes de Madrid. No se les ocurrió a los informativos vincular el timo con la situación verdaderamente explosiva que existe en España por la economia y otros tópicos sociales.
Sin embargo, un hecho donde los implicados se sintieron estafados en una ciudad cubana resulta de otra manera para El Nuevo Herald: “Protestas en Cuba muestran descontento popular” informó el diario y otros seudo periodistas, a quienes sí se les ocurrió manipular el asunto
La presencia de la policía en Madrid se informa: “Desde el principio, la policía hizo acto de presencia en el concierto de Lady Gaga por el caos generado y los altercados en las diversas entradas.”
Para El Nuevo Herald “Los participantes reportaron haber visto 22 carros de policía y decenas de otros vehículos oficiales en la protesta”, lo que es “totalmente falso y desproporcionado”, según confirmó la periodista Dalia Reyes Perera de la emisora CMHW quien concurrió al lugar, que además, testimonió el trato respetuoso de los policías.
El diario miamense emplea como fuente “fidedigna” al mitómano Guillermo Fariñas, a quien le da la “autoridad” mediática de haber recibido en octubre el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo, sin referirse a los vínculos del señor con terroristas como Angel De Fana o diplomáticos encargados de promover falsos disidentes desde la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana.
Testimonios obtenidos entre participantes concuerdan con la versión publicada en el Periódico Vanguardia. El cine Camilo Cienfuegos anunció y vendió entradas, por el valor de tres pesos cubanos, para la proyección del encuentro de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona, pero no disponían garantía técnica para la exhibición.
Sucedió que “ni juego en vivo, ni siquiera el necesario esclarecimiento, que hubiese aplacado los encendidos ánimos". No se hizo esperar la "irritación en los presentes, que se sintieron estafados, al no devolvérseles a gran parte de ellos el dinero de la entrada. Los sucesos conllevaron a que algunos atentaran contra la propiedad social: 9 lunetas, 5 macetas, 6 planchas de falso techo y 3 cuadros", según explicó el periódico local.
Los estafados en Cuba no gritaron contra el gobierno, aunque lo pudieron haber hecho si lo hubiesen querido. Tampoco sucedió en el Palacio de los Deportes de Madrid. No hay que buscar las cuatros patas al gato si no se trata de manipulación.
El Nuevo Herald para completar su ridículo llamó a analistas que están intentando ver un clima de descontento social que haría imposible el sostenimiento de “la dictadura” y la “represión”.
No es de dudar que el vocero miamense, más interesado en manipular que en informar, despliegue una cobertura similar de “objetiva” en otros tópicos del momento en Cuba, como el proceso de discusión democrático en que se encuentra la sociedad cubana previo a la convocatoria del Congreso del Partido dentro de dos meses y medio, aproximadamente.
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