Norelys Morales AguileraCuando Wikileaks.org anuncia que publicará nuevos documentos sobre la guerra en Afganistán, Reporteros sin Fronteras, organización internacional que dice defender la libertad de prensa y que defiende a cualquiera que se llame periodista, ha abierto su particular guerra contra WikiLeaks por haber filtrado 92.000 documentos sobre las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán.
Lo ha hecho a través de una carta de su secretario general, Jean-François Julliard, a Julian Assange, fundador de ese sitio independiente, en la que lamenta su «increíble irresponsabilidad» al publicar el pasado 25 de julio material con los nombres de colaboradores afganos de la coalición militar internacional presente en este país desde 2001. RSF dice lo mismo que el Pentágono.
Uno de los argumentos más sobresalientes de Reporteros sin Fronteras es que Wikileaks tiene un problema real de metodología y, en consecuencia, de credibilidad. «Un trabajo periodístico implica una selección de la información.” Resulta muy reveladora tal afirmación cuando RSF les da credibilidad de periodistas a varios mercenarios cubanos entrenados por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA)
Así está el forcejeo entre el Pentágono y Wikiliakers.
“¿Por qué será que se anuncia una investigación de la fuente, antes de anunciar una investigación de la conducta potencialmente criminal que se revela en este material?” se ha preguntado Julian Assange, según Amy Goodman de Democracy Now!.
El ejército estadounidense acusó a WikiLeaks de poner en peligro la vida de soldados y de informantes en Afganistán, y exigió que el grupo se abstenga de publicar más información secreta, ha informado AP.
El gobierno de Obama estaría presionando a algunos de sus principales aliados para que tomen medidas enérgicas contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por divulgar miles de archivos militares confidenciales sobre la guerra de Afganistán.
De acuerdo con el sitio web de noticias The Daily Beast, Estados Unidos ha solicitado a Gran Bretaña, Alemania y otros gobiernos occidentales que abran investigaciones penales sobre Assange y que restrinjan rigurosamente sus viajes internacionales. Estados Unidos está considerando la posibilidad de presentar cargos contra Assange, entre ellos, violación de la Ley de Espionaje.
En una conferencia transmitida en video desde el Club Frontline de Londres, Julian Assange, vocero de WikiLeaks, afirmó que no tenía intenciones de hacerle caso a la exigencia del ejército estadounidense. También indicó que el sitio en internet ya tiene listos para publicar aproximadamente 15.000 archivos o más que no fueron divulgados en un principio, aunque no dio una fecha específica para la divulgación de los nuevos datos.
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