Pascual Serrano
Miguel Bosé saca nuevo disco, pero hace seis meses dio un concierto en Cuba. Por ello en la entrevista del 9 de marzo de El País no hay una sola pregunta sobre ese disco y cuatro sobre Cuba y su política. Viendo esas preguntas uno saca más conclusiones sobre lo que opina el entrevistador que lo que opina Miguel Bosé, quien responde con sentido común y humildad.
Así sabemos que el periodista piensa que el concierto de La Habana fue ambiguo políticamente porque se dedicaron a cantar y, claro, se aprovechó el “régimen”.
Y de paso el entrevistador opina que Cuba es un régimen. La segunda pregunta es para insistir en que los músicos hicieron música y así no fueron claros en su posición contra -reitera- el régimen.
En la tercera, el entrevistador opina que Orlando Zapata es un disidente. Como Miguel Bosé responde en términos de diálogo con Cuba y critica el “enseñamiento con Willy Toledo”, el entrevistador ignora esos temas convencido de que las opiniones y asuntos que hay que difundir son las suyas y no las de Miguel Bosé, y afirma -ya ni siquiera pregunta- que “Zapata no era un delincuente común”. Bosé responde con bastante lógica que simplemente no tiene información clara sobre quién era Orlando Zapata. Parece que Miguel Bosé es otro a los que El País no ha convencido de sus “informaciones”.
Sugiero que la próxima entrevista con esas preguntas se la haga El País a Jiménez Losantos, total no tienen que ver nada con la música y habrá más sintonía de opiniones entre el entrevistador y el entrevistado. O quizás intercambiarse periodistas entre El País y Libertad Digital. O mejor aún, que se fusionen los dos medios, ahora que están de moda las fusiones de empresas de comunicación.
A continuación el fragmento de la entrevista a la que hemos hecho referencia:
P. El planteamiento del concierto que dieron en La Habana fue un tanto ambiguo. ¿Se aprovechó de eso el régimen?
R. No sucedió. Era un proyecto más importante que eso. Queremos que se legisle el derecho a vivir en paz. Dicho esto, el país más rico del mundo estaba abriendo una puerta que podía cambiar muchas cosas y vimos que se podían apaciguar las relaciones con Venezuela o con Ecuador. No se manipuló.
P. Pero no fueron claros con su posición respecto al régimen.
R. Si hubiéramos permitido ese tipo de discurso, no hubiera habido concierto. Pero cuidado, yo canté Nada particular: “Dame una isla en medio del mar, llámala Libertad”. Pero era un ejercicio diplomático, de mano izquierda.
P. ¿Qué opina de la muerte del disidente Orlando Zapata?
R. No le conocía. Pero el ensañamiento con Willy Toledo ha sido desmesurado. Viene de los que están interesados por el negocio del conflicto.
P. Pero Zapata no era un delincuente común…
R. Ya, pero es que yo no sé quién es. No tengo una información clara, y el Gobierno cubano tampoco la da. No sé qué creer.
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