Otro capítulo de la guerra avisada contra Cuba.

Norelys Morales Aguilera.

Tercera Información - Blog Islamía.- El fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo era esperado. Solo que había quien lo deseaba y quien no. Los médicos batallaron con su salud. Zapata se auto inmoló inducido. Los culpables son los que más gritan y más lágrimas de cocodrilo vierten, junto a la inmundicia de la manipulación y la mentira.

El gobierno cubano ha sido entrenado por la agresividad de los Estados Unidos para lidiar con trampas, dineros, terrorismo, leyes absurdas y guerras de todo tipo.

A veces escuchamos a cierta izquierda o a otra bien asentada ex izquierda replicando los mismos cánticos mediáticos. Como nunca a Cuba y los cubanos les asiste la paciencia digna de la “fabulosa resistencia de la familia cubana” de la cual hablara Lezama Lima.

El dossier es tan amplio que cualquier artículo rebasa el límite de lo admisible por un lector. Es una ventaja de la mentira corporativa. Pero, no hay que desesperarse.

Zapata Tamayo no fue apresado por ser “opositor”, sino por delitos comunes. En cambio, era el individuo perfecto para estimularlo al mal comportamiento y sus violaciones en la cárcel fueron penalizadas como en cualquier lugar del mundo donde alguien vaya a prisión.

Ahí se dio un proceso de convertir a una persona sin vocación política expresa en un “opositor”. El más mínimo incidente con este hombre era manipulado cuidadosamente.

Los millones que desde Estados Unidos se mueve en organizaciones internacionales con fines políticos rindieron fruto. El “disidente” exigía ser tratado como "prisionero de conciencia", condición que le reconoció Amnistía Internacional (AI) en 2004. Su señora madre, Reina Tamayo, integró las Damas de Blanco, solícitas y remuneradas por el terrorismo.

El listado de los deseosos de esa muerte inútil está encabezado por Radio Martí. En varios trabajos que la emisora del gobierno de Estados Unidos que transmite para Cuba, sin que se escuche en la Isla, pero como voz de la disidencia organizada desde Estados Unidos se habla de la posible muerte de Zapata Tamayo. No hay mensaje que inste a cuidar de su vida.

Así se puede leer en la web de Radio Martí “Muerte de Orlando Zapata Tamayo afectaría política castrista”:

“Orlando Zapata Tamayo se encuentra en huelga de hambre desde hace más de dos meses, en reclamo a mejores condiciones en la cárcel y para denunciar los abusos y maltratos de que son víctimas los presos cubanos. Su salud está muy deteriorada y los médicos que lo atienden han advertido sobre la posibilidad de que el desenlace sea fatal.”

En esas circunstancias cuando debían estar preocupados por salvar a Zapata Tamayo, la emisora ilegal buscó a dos analistas. Trajo a otro deseoso de esa muerte: Carlos Alberto Montaner.

Fallecido ya Zapata Tamayo así dijo Montaner:

“…acusó de "absoluta falta de piedad" a los hermanos Castro y afirmó que la huelga de hambre de Zapata fue una "forma desesperada de defender su dignidad de ser humano". Para Montaner, tanto el presidente cubano, Raúl Castro, como su hermano Fidel, de 83 años y apartado del ejercicio formal del poder desde febrero de 2008, son "dos fieles creyentes en el valor del escarmiento y del castigo público como formas de control social". (EFE)

Los medios transnacionales y la oposición organizada y financiada en Cuba por el gobierno de Estados Unidos han reaccionado al unísono con este tipo de infundios. La razón la explica este activo CIA dedicado a defender todas las causas menos prometedoras, desde el golpe de Pinochet en Chile al de Micheleti en Honduras, quien ha sido bonificado con 70 mil euros en días recientes para sus fines personales y políticos.
Julio Aleaga otro personajillo elevado al rango de “analista” desde La Habana dijo a Radio Martí que se estaban organizando “y más allá los recursos externos que se van a mover”. ¿Queda claro que recursos externos es dinero, entre otras cosas?

Por su parte Carlos Alberto Montaner afirmó que esa muerte afectaría la política “castrista”. Tal afirmación de parte de este castrofóbico, terrorista y agente de la CIA, significa dar un golpe de gracia a la Revolución cubana, algo bien dispuesto para la campaña mediática, para los receptores de dinero y para los ingenuos que lo creen.

Estas fueron las declaraciones de ambos sujetos a Radio Martí. Ellos clasifican en la lista de cómplices de un muerto cubano, siempre lamentable, además.