Ecuador: Si esto no es terrorismo mediático; ¿qué es?

Alberto Maldonado (especial para ARGENPRESS.info)

Un titular destacado, de página 11, del cuadernillo 1 del diario El Comercio de Quito (edición del viernes 5 de febrero/2010), decía textualmente: “Ecuador, base del crimen organizado” Y en frase destacada, agregaba: “Informe – El International Asesment and Strategy Center (IASC) acaba de difundir un estudio que alerta sobre la operación de organizaciones criminales en este país”.

Leyendo atentamente el texto de la “información” no tiene desperdicio (para sus propósitos). Es un emplasto de hechos y circunstancias fabricado por afiebrados analistas que tratan de demostrar que el Presidente Rafael Correa está en íntima relación con el narcotráfico de las FARC y que en su territorio están actuando impunemente grupos que han sido calificados por Estados Unidos y Colombia de narcotraficantes y terroristas. El engendro, para darle a la información una dimensión universal, habla de que están actuando “organizaciones criminales de Rusia y China” y una referencia sumamente preocupante (para ellos): “el funcionamiento con permiso oficial de instituciones financieras de Irán”.

El diario (que suele autocalificarse de serio e independiente) da por “demostrado” que el infundio es verdadero y pone lo suyo, en un recuadro a 2 cols. “Los retos para el gobierno son enormes y complejos” Además, bajo un subtitular en rojo (ESTUDIO) agrega afirmaciones como esta: “una de las cosas que más llama la atención de la investigación (sic) es la actitud “ambigua” del Presidente Correa” El Comercio pretende “demostrar” que los “ataques” sabatinos del Presidente contra medios y periodista sipianos ha sido porque estos denunciaron toda la trama de la colaboración con las FARC Y, para que nadie tenga dudas, establece el nexo que está tejiendo el Gobierno con Irán “en la misma línea que Venezuela”.

¿De dónde salió tan contundente informe? Redacción mundo dice que el diario estadounidense El Nuevo Herald publicó (febrero 3/2010) el artículo “Ecuador se vuelve centro de operaciones criminales” y que ese fue un “reporte” de un tal Gerardo Reyes periodista (no especifica si ecuatoriano, colombiano, cubano-americano) quien recoge las conclusiones del IASC que es “un grupo independiente de análisis (think tank) de Washington”. Agrega, además, que el informe de 77 páginas fue preparado por los periodistas Douglas Farah (exreportero del Washington Post) y Glen Simpson (The Wall Street Journal).

Como para ratificar el susodicho informe, el mismo El Comercio publica (edición de febrero 7/2010) una entrevista al tal Douglas Farah quien, desde luego, ratifica y argumenta sus dichos y aseveraciones del informe de marras. En sus respuestas insiste en la “legitimidad” de los interminables “archivos” de las laptos que supuestamente fueron encontrados en el arrasado campamento de Angostura.

Pero, tanto El Comercio como su entrevistado se cuidan de dar mayores detalles de identidad y tampoco hablan del Nuevo Herald, un tabloide que está al servicio en Miami de la mismísima CIA y de la mafia cubano-americana que allí opera. No recuerdan que hace más de un año, ese tabloide fue denunciado por ser un periódico al servicio de la “inteligencia” americana y la “contrainteligencia” cubana, en el que sus colaboradores (entre otros, Carlos Alberto Montaner, el tránsfuga cubano terrorista que desde hace años tiene una columna asegurada (los martes) en el citado diario El Comercio) precisamente recibían abultados estipendios, por sus “enjundiosas colaboraciones”.

¿Cuál es la trama que pretenden “demostrar” con informaciones como esta?:

- Que Rafael Correa tiene (no solo tenía) nexos con grupos terroristas y narcotraficantes como las FARC. Una vieja historia tejida por los servicios de “inteligencia” colombianos y ecuatorianos, bajo la batuta, desde luego, de la CIA. Aquello no ha pasado de una versión totalmente infundada; pero, como lo aconsejaba el fascista Goebels, “la verdad es la mentira repetida mil veces”

- Sembrar la sospecha de que en Ecuador están actuando grupos criminales y terroristas, amparados por las FARC y por el Gobierno Correa. Esto para presionar a Ecuador porque “tenga cuidado” con los miles de refugiados colombianos que diariamente se pasan a territorio ecuatoriano, huyendo precisamente de los grupos esos si criminales y terroristas (los paramilitares) que actúan impunemente a título de que combaten a los “terroristas de las FARC”.

- Según la “brillante estrategia” del Plan Colombia, las fuerzas de la “seguridad democrática colombiana” debían arrinconar a los “bandidos y terroristas” contra el ejército ecuatoriano (en la frontera común) y este debía liquidarlos a sangre y fuego (la famosa teoría del martillo y el yunque) Pero como el Gobierno Correa no se ha prestado para tamaño designio y mas bien ha dado refugio a miles de perseguidos, entonces la ira de los vecinos del norte es incontenible.

- Relacionar todo este esquema con “la tiranía de Chávez” como que el Ecuador estaría actuando contra la “libertad y la democracia” que nos regala el Tío Sam y, desde luego, el padrino Uribe. El imperio y los imperitos tratan de montar en nuestros países un escenario que preserve “la política social de mercado” (el neoliberalismo) y contenga los aires de dignidad y de soberanía que están soplando desde Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua.

- Darle cierta veracidad al cuento de que Ecuador (y Venezuela, por supuesto) son ahora “paraísos de los narcotraficantes y terroristas” cuando ellos saben muy bien que Colombia sigue siendo, desde hace años, la capital de la producción y tráfico de estupefacientes; y Estados Unidos y Europa, sus mercados seguros de consumidores que lejos de disminuir, se incrementan año tras año, como debe ser en países “libres y democráticos” En este punto (y al margen del alto riesgo que implica una aseveración semejante) resulta hasta simpático que nuestra “sagaz” policía antinarcóticos, cada vez que captura algún alijo de estupefacientes, listos a ser enviados a los siempre crecientes y pudientes mercados norteamericanos y europeos, declaran, muy sueltos de huesos, que “era droga de las FARC”. Alguna vez, algún periodista acucioso le preguntó a un oficial de este reparto, que cómo sabía que era droga de las FARC, respondió casi textualmente: “por los logotipos”; y explicó: “la droga de los terroristas siempre va sellada con sus logotipos”. O los traficantes de droga “de las FARC” son unos imbéciles o los oficiales que están en esta lucha son idem o recitan alguna consigna que viene de la DEA colombiana.

En realidad, es muy complicado pretender resumir en unos cuantos párrafos periodísticos toda esta tramoya; pero, no hay duda que en este y otros “operativos” hay una indudable guerra imperial que se desarrolla a través de aquello que hace dos años, en Caracas, un grupo de periodistas, intelectuales e investigadores, definió como “terrorismo mediático”.

En este tinglado, hay varias interrogantes que deben esclarecerse, por lo menos.
Por ejemplo, qué es, cómo opera, con qué recursos, esta IASC. Al parecer, es una fachada de las tantas organizaciones privadas made in USA, que opera “por contrato” y que hace trabajos para clientes “especiales” (por lo general de la ultra derecha o de los servicios de inteligencia).

Habría que preguntarles cuánto y quiénes les pagaron para hacer esta “investigación” que de tal no tiene nada ya que se redujo a sumar dimes y diretes (especialmente los supuestos textos de las supuestas laptos que supuestamente fueron encontradas en el campamento en donde el viejo guerrillero Raúl Reyes y 25 más, fueron asesinados a mansalva la madrugada del 1 de marzo/2008) Sumaron también, como hechos ciertos y comprobados, una serie de decires que se tejieron en torno a reales y supuestos “contactos del Gobierno Correa con las FARC” y hasta utilizaron a un supuesto “intelectual de izquierda” que “había escrito el diario de Reyes”.

El libreto no olvida “la línea de Chávez” y los nexos diplomáticos y comerciales que han establecido varios países de la región con IRAN. Pero, claro, “ese es un crimen imperdonable contra la democracia y la libertad” ya que el Sr. Bush “dejó establecido” que ese era un país “terrorista” lo cual ha sido ratificado por la Sra. Clinton, quien advirtió a Venezuela que era una provocación el que mantenga y desarrolle cooperación con este país “terrorista”.

Para matizar “el informe” sus autores y el propio diario El Comercio agregan supuestas “células criminales” de Rusia y China, operando en Ecuador. Yo, por lo menos, pienso que los autores del informe no lo hicieron por ignorantes ya que la guerra fría terminó hace rato; y Rusia volvió al capitalismo con todos sus “recursos” (las mafias, por ejemplo) China, si bien no ha renunciado oficialmente a su revolución, es hoy en día una potencia comercial que tiene a los propios Estados Unidos, atados de pies y manos. Pienso, repito, que esta referencia debía constar en tan “enjundiosa investigación” ya que Rusia está compitiendo “brutalmente” con Estados Unidos, en el mercado de armas; y la China está rompiendo todos los mercados competitivos, con sus mercancías a precio de huevo pasado.

Desde luego, la Cancillería Ecuatoriana y el Ministerio de la Seguridad Pública reaccionaron frente a tamaño infundio y rechazaron el “informe de marras” Pero, este tipo de textos “periodísticos” volverán a repetirse (ya se han dado en el pasado reciente) ya que lo que persiguen, en realidad, es “caracterizar” los escenarios de los gobiernos revoltosos, de suerte que un golpe militar estilo Honduras, o un asesinato estilo John F. Kennedy, o la invasión de un país, como le ocurrió a Panamá, o el derrocamiento constitucional de algún presidente incómodo, “tenga antecedentes y justificativos”.

Pero lo que no leeremos, ni en El Comercio ni en ningún otro diario del sistema, es una investigación periodística, por ejemplo, de los más de 1.800 casos COMPROBADOS de lo que los sicarios colombianos le han bautizado como “falsos positivos” (el asesinato de jóvenes inocentes que eran eliminados a mansalva y puestos uniformes de guerrilleros para hacerlos pasar como terroristas muertos en combate y ganar así puntos y canonjías) O las fosas comunes con más de dos mil restos de cadáveres que fueron eliminados por las “Autodefensas de Colombia” (criminales paramilitares) que han vuelto a operar en muchos rincones del sufrido país.

Olvidaba: según informaciones “clandestinas” (el Internet) se ha podido precisar que el tal periodista Gerardo Reyes no es otro que un conocido abogado colombiano que actúa precisamente en los círculos de “inteligencia y contrainteligencia” del vecino país, en la línea de Uribe. Y el tal Douglas Farah no es otro que un conocido militante de la mafia cubano-norteamericana que, desde Miami, quiere hacer la contrarrevolución desde hace medio siglo. Solo que esta vez se cuidaron de darle todo el crédito a la contra propaganda colombiana ya que, con motivo de una reunión de los países de la UNASUR, Álvaro Uribe Vélez decidió visitar Ecuador para “hacerle ver a Correa” que “él ya había olvidado viejas rencillas”.

Al poner punto final a este ensayo, vuelvo a preguntar: Si esto no es TERRORISMO MEDIÁTICO, ¿entonces qué es?

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2 comentarios:

Silvia dijo...

Todo sigue igual en yanquilandia: Obama y la CIA consideran sus peores enemigos a la Revolución Bolivariana, la Cubana y el proceso que dirige Evo Morales.El régimen de Bush ahora lo lleva Obama. Un afroamericano fue una jugada maestra de los neocom y del Club de los ricos.

Koyote dijo...

Nos están acabando a México.

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