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Cuba: la revolución que sabe defenderse.
Ganar la guerra desde la paz.
Ronald Reagan llegó al poder en 1981. Aquel actor mediocre, con ínfulas de cowboy, sustituyó al demócrata James Carter.
La administración Reagan, cambió el enfoque de Washington hacia Cuba y arreció las amenazas militares con la realización constante de maniobras alrededor de la isla y la reactivación de planes de invasión.
Con la certeza, luego de un viaje de Raúl a Moscú, de que “en caso de agresión tendríamos que defendernos solos”, sin poder contar con la ayuda de la entonces Unión Soviética, Cuba había empezado a engrasar su dispositivo militar.
Fue por esos años cuando nacieron las Milicias de Tropas Territoriales, un cuerpo que ilustra mejor que nada el cambio en la doctrina militar cubana que desde ese momento pasó a ser "la guerra de todo el pueblo", aunque dar las armas al pueblo y que este participara en la defensa de la Revolución nació con el triunfo de la Revolución misma.
La idea básica es que cada cubano tuviera un lugar y un fusil para defender a la Patria, que en caso de ataque se convertiría en un cementerio para los agresores, quienes tendrían que enfrentar a millones de personas preparadas con métodos poco convencionales para librar una guerra larga y cruenta.
Fidel, que siempre ha visto más lejos que nadie, ya había dirigido en 1980 el Primer Ejercicio Estratégico Defensivo Bastión, cuyo objetivo era, y sigue siendo, mejorar las capacidades defensivas del país.
Los nueve años de la administración Reagan, cuya actuación hacia Cuba iba más allá de la retórica, obligaron a la isla a repetir ese masivo entrenamiento en 1983 y 1986.
La tercera edición del Bastión, el siete de diciembre de 1986, requirió la movilización de más de ocho millones de cubanos, siendo ese el más grande ejercicio militar realizado en nuestro país hasta la fecha.
La llegada del Período Especial detuvo la secuencia de maniobras y el país tuvo que hacer esfuerzos casi sobrehumanos para conservar la capacidad defensiva a partir de la más estricta racionalidad económica.
Hubo que esperar 18 años, hasta 2004, para la realización del cuarto ejercicio nacional defensivo, una maniobra que ratificó la doctrina militar actual y reactivó la secuencia de la preparación estratégica del país.
En agosto de 2006, apenas un mes después de la Proclama de Fidel, nació una modalidad nueva de preparación para los reservistas, la Operación Caguairán, que ha permitido el entrenamiento militar de más de 900.000 cubanos.
El paso demoledor a fines de 2008 de tres huracanes que nos dejaron heridas por más de 10.000 millones de dólares, hizo que la quinta edición de Bastión tuviera que aplazarse casi un año.
Ahora, a pesar de las adversidades económicas, el Ejercicio Estratégico de Defensa Bastión 2009 comienza hoy, y hasta el sábado, para ensayar la actividad del país en el enfrentamiento a lo que el enemigo realizará como paso previo a una agresión en gran escala.
El ejercicio, que involucrará a unos cuatro millones de cubanos, se realizará hasta el próximo día 28, aunque algunas unidades continuarán maniobras y ejercicios tácticos hasta el 29, declarado como Día Nacional de la Defensa.
Las maniobras, primeras que se realizan desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca en enero, tendrán lugar en medio del incremento de la agresividad del gobierno de Estados Unidos, que recién reactivó la Cuarta Flota y abrió siete base militares en Colombia.
Para los que dudan de la necesidad del Bastión, baste saber que cerca de las costas de la isla navega un buque multipropósito norteamericano y hay constantes actividades de espionaje desde un avión no tripulado del tipo RQ-4 Global Hawk.
También hay que recordar la Estrategia Nacional de Seguridad, una plataforma programática de la política exterior de Estados Unidos en el tema militar. Ese documento, vigente desde 2006, plantea que Washington no descarta el uso de la fuerza antes de ser agredido, como parte de la doctrina de golpe preventivo.
Según esos postulados, Cuba es una amenaza de guerra biológica y cibernética, además de figurar en las listas de supuestos países patrocinadores de terrorismo y como generador de posibles éxodos masivos descontrolados.
Por eso, no se equivocó el General de División Leonardo Andollo, Segundo Jefe del Estado Mayor cuando recientemente afirmó que "la situación político militar entre nuestro país y el imperio puede pasar a ser aguda, confrontacional y agresiva, en un mes, una semana o una noche".
Andollo recordó la idea del General de Ejército Raúl Castro de que vale más derramar ríos de sudor en la paz que tener que derramar ríos de sangre, asumir la destrucción del patrimonio nacional y poner en riesgo la soberanía del país.
El Ejercicio Estratégico de Defensa Bastión 2009 ratifica el concepto cubano de que la mejor forma de ganar la guerra es evitarla en la paz.
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