Manú Chao rabioso por distorción de la imagen de Cuba en medios europeos.



Con la promesa de regresar pronto con toda su banda Radio Bemba Sound System, el popular músico franco-español Manu Chao se despidió anoche de Cuba después de dos conciertos dedicados al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara.
En declaraciones a Prensa Latina antes de regresar a Europa para continuar su gira mundial del presente año, que incluye conciertos en Argentina y Brasil entre otros países, Manu calificó como "muy positivo" su nuevo viaje a Cuba y fustigó a los medios occidentales por no hablar con objetivad de los logros de la isla.

"En mis conciertos se genera una alquimia que aún yo no sé analizar bien. La acogida del público cubano fue muy positiva. Había mucha gente de otros países que estudia aquí en Cuba, algo de lo que que nunca hablan los medios de comunicación masiva occidentales, no se refieren nunca a toda la gente de toda Latinoamérica que viene a estudiar a Cuba de forma gratuita" afirmó.

Junto a jóvenes trovadores locales el cantante ofreció sendos recitales multitudinarios en la escalinata de la Universidad de La Habana y en la plaza del estadio de béisbol Augusto César Sandino, de la ciudad de Santa Clara, casi 300 kilómetros al este de la capital, donde visitó el Mausoleo en que reposan los restos del Guerrillero Heroico y de otros de sus compañeros de la guerrilla boliviana.

En este, su tercer viaje a la Isla, Manu, nacido en París y residente en Barcelona, reafirmó su admiración por el Che Guevara al que calificó como "un icono revolucionario mundial" y dedicó el tema Alas rotas "a todos los enemigos del pueblo cubano."

"Me da mucha rabia cómo se habla de Cuba en los medios de comunicación europeos. Es pura propaganda anticubana que quiere hacer de Cuba el diablo de Latinoamérica. He visto cosas que me han dolido mucho por inhumanas, como la muerte de niños de forma violenta, pero ninguna ha sido en la Isla".

De padre gallego y madre vasca, Manu se refirió también a cómo influye en su proceso creativo el peso del entorno de los barrios periféricos franceses y la situación mundial.

"A la hora de escribir una canción no mando yo, sino la inspiración. La inspiración llega y lo único que hago es aprovechar el momento. Cuando siento algo que me duele y me da rabia escribo. Lo hago para aliviar esa rabia. He trabajado en los barrios de la periferia de Francia donde los chavales cargan mucha rabia por la situación que tienen, por la realidad de su día a día.

"Cuando ves cómo funcionan las cosas en el mundo el sentimiento que da es rabia. La violencia y las desigualdades que hay en el mundo dan rabia. Y eso trato de transformarlo a través de la música".

El autor de Clandestino, uno de los discos de culto de su discografía, detalló el contexto en que surgió la legendaria banda Mano Negra, a principios de la década del 90, con la que llevó adelante una expedición artística por varios países de América Latina, incluyendo a Cuba, donde ofreció un concierto en el teatro Karl Marx.

"En mis primeros tiempos trabajaba con bandas muy diferentes. Cada una traía sus proyectos y los llevábamos a cabo juntos. En esa época nos uníamos para luchar contra la extrema derecha que venía a menudo a boicotear los conciertos y a violentarnos. Se trataba de crear un frente para luchar contra la extrema derecha a través de la música, desde el reggae hasta ritmos populares franceses. De ahí fue que nació Mano Negra".

Desde que comenzó su carrera en solitario, ha construido una carrera discográfica sobre la base de una incendiaria mezcla de reggae, ska, texturas electrónicas, hardcore, punk y sonoridades latinas. Entre sus discos aparecen Clandestino (1998), Próxima estación esperanza (2001), Radio Bemba Sound System (2002) Siberie m'etait contée (2004), La radiolina (2007) y el álbum doble Baionarena (2009).

"No me interesa definir mi música. El día que consiga hacerlo hasta aquí llegó el tinglado. Creo que mucha gente ha tratado de definirla, pero nunca nadie lo ha conseguido. En cada país me ponen una etiqueta diferente. Desde música alternativa hasta world music. Pero no me interesan las etiquetas", señala.

Convencido militante del Movimiento Antiglobalización, Manu asegura que para cambiar la actual situación neoliberal "se necesita de la toma de conciencia de todos, desde los artistas, los periodistas, los campesinos, los taxistas, los estudiantes, los pescadores. Nadie solo puede cambiar el mundo. Pero todos pueden hacerlo con lo que pueda aportar cada cual."

Manu, de 48 años, pero con una energía y un físico de adolescente eterno, cuenta con gran cantidad de seguidores en Estados Unidos, aunque aún no ha ealizado gira alguna por ese país después que llegó a la presidencia Barack Obama, a quien recientemente le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, distinción que el músico calificó de inmerecida.

"Desde que dieron el premio a Henry Kissinger se lo pueden dar a cualquiera. Ese premio para mí esta desprestigiado desde hace tiempo. Es algo absolutamente calamitoso. Es una mascarada más. Que se lo den a Obama es político. Es algo que evidentemente no merecido. Pero se lo han dado a tanta gente que no lo merecía antes que para mí no es ninguna sorpresa. Hace años estamos viendo premios Nobel de la Paz que nunca lo merecieron".

Preguntado por sus próximos proyectos, explicó que aparte de sus giras por todo el mundo le parece "muy importante seguir tocando en los bares, en lugares pequeños. Es mucho más difícil hacerlo ahí que tocar en una sala grande porque allí no hay artificios, ni luces y puedes darte cuenta de si tú canción es buena o mala. Una mala canción en un bar no sobrevive ni 10 minutos. La ley de la cantina es muy importante. Es muy importante tocar de manera acústica frente a pocas personas. En un escenario grande siempre se puede jugar con mil recursos"

Fuente: Prensa Latina

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