Evo entregará a presidentes de países del Alba copias fascimilares de apuntes del Che.


El líder cubano Fidel Castro y el presidente boliviano, Evo Morales, escribieron el prólogo de la edición facsímil del diario del argentino cubano Ernesto Che Guevara, asesinado en 1967, que será entregada con ocasión de la cumbre del ALBA.

Por primera vez que es publicada una edición facsímil de los escritos del Che, destacó la responsable de la unidad de comunicación del Ministerio de Culturas de Bolivia, Viviana Vargas.

Es una edición limitada de un cuaderno escolar anillado y de tapas de color rojo, donde Guevara escribió apuntes diversos entre noviembre y diciembre de 1966, cuando, luego de pelear la guerra del Congo, llegó a la hacienda de Ñancahuazu (sudeste), resuelto a prender la revolución internacionalista desde Bolivia.

El cuaderno de 60 páginas que Guevara dividió en dos esquemas de inscripción, anverso y reverso, cada una de 30 hojas, consigna, en las tapas, por su naturaleza facsimilar, los escritos de él mismo y también la precisión descriptiva de unos de los uniformados bolivianos que lo tomó herido en el Yuro o Churo, a 40 km del poblado de La Higuera, donde fue ejecutado de manera sumaria entre el 8 y 9 de octubre de 1967, distante, a su vez, a 200 km del poblado de Vallegrande, donde su cadáver fue expuesto por el Ejército boliviano y la Agencia de Inteligencia de EEUU (CIA), a manera de escarmiento.

Una de las tapas lleva, en el centro del extremo superior, la inscripción subrayada "Diario", de puño y letra de Guevara. En la contratapa, también en la parte superior, se lee la siguiente inscripción: "08/oct/67", a manera de rótulo, seguida, también a mano alzada, de una frase escrita, con tinta de color azul, por el mismo uniformado que intervino en la operación de su captura: "Encontrado dentro de la mochila", un morral de cuero de vacuno en cuyo desplegable aparece, repujado, el sol andino de Tiwanacu, la civilización más longeva de América perecida el siglo VII después de Cristo, en el esplendor de su civilización, a causa, dicta la tesis mejor templada, de una sequía secular.

En las hojas de papel bond apergaminadas por el tiempo e interlineadas como para ejercicios de caligrafía palmer, se leen consideraciones y mensajes públicos. Morales también obsequiará a sus homólogos del ALBA-TCP la copia faccsimilar de la agenda/diario del Che.

Se trata de una agenda de tapas forradas en cuerina impresa en Alemania para el año 1967, con tapas de color vinotinto y matices verdepardo. En la parte inferior de la tapa de la agenda alemana de Guevara, replicada por el Ministerio de Culturas de Bolivia, se ha calcado, con singular maestría, una quemadura probablemente causada por una brasa de tabaco, los más parecido a la impronta de un cigarrillo encendido presionado contra esa superficie.

En la cabeza de la última página de la agenda de marras se lee el siguiente manuscrito del Che: "9/67, se cumplen los 11 meses de nuestra incorporación guerrillera, sin complicaciones". Esa anotación fue escrita por Guevara, seguramente la madrugada del 7 de octubre, donde se registró la última escaramuza entre el Ejército boliviano y la disminuida guerrilla del Che, cerca del Yuro, donde recibió dos heridas de bala. En el pie de esta última página el Che escribió un apunte bibliográfico: "Memorias de guerra/ General De Gaulle (presidente de la V República de Francia, en la década de los ’60)". También, otra cita: "Fuerzas Sociales: F.O. Nitkche".

En la retira de la copia facsimilar aparece un holograma de seguridad para evitar la reproducción ilegal de ambos documentos históricos. Los diarios del Che tomados por el Ejército boliviano en La Higuera fueron sustraídos en 1968 y aparecieron en manos del entonces ministro de Gobierno, Antonio Arguedas, que entregó a la CIA las manos cercenadas quirúrgicamente del cadáver del Che, entre 9 y 10 de octubre.

La primera copia de los diarios del Che, guardados bajo siete cerrojos en el Estado Mayor del Ejército boliviano en La Paz, fue publicada en Cuba a fines de los años ’60. En 1981, durante la dictadura del general boliviano Luis García Mesa, los diarios del comandante rebelde fueron subastados en Londres y luego recuperados por el gobierno de Bolivia. Los documentos que forman parte de la historia reciente de Bolivia son actualmente atesorados en las bóvedas del Banco Central de Bolivia, en La Paz.

Fuente: Cubadebate y ABI
 
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