Atmosferas políticas nada virtuales.

"Yo suelto mis demonios en Generación Y": Yoani Sánchez

La bloguera

La bloguera cubana ¿o anticubana? Yoani Sánchez ha sido noticia en los media mundiales por su valentía y amor a la libertad. A propósito de que ganó un segundo premio por la pintura de realidad que cuelga en su blog –sobre las carencias en Cuba- muchos libertarios la están canonizando sin el menor resquicio de análisis y contextualización de su actividad virtual. La bloguera, además, facilita entrevistas para vender mejor su producto pues enseguida cachó cómo funciona el mercado de las imágenes y las palabras.

Es útil saber de qué manera Yoani Sánchez costea su periplo por Internet y guinda sus bocetos políticos negando que sean políticos. No porque la política sea mala, sino porque a la bloguera le apesta la política…

Datos interesantes: “El “blog” tiene ¡60 veces el ancho de banda que dispone toda Cuba para todos sus usuarios de Internet!, cuenta con versiones en 18 idiomas (no un sencillo traductor para bloguers), posibilidades para la publicidad en Internet y para almacenar la memoria del sitio por un buen tiempo. Eso únicamente, como dice la periodista Norelys Morales, sólo se puede mantener gracias a una fuerte subvención”,(cambiosencuba.blogspot.com).

Otro asunto a considerar es la catadura de los premios para entender la cruzada mediática a favor de Yoani Sánchez, el 14 de octubre, cuando la CNN informaba –con entrevista telefónica, en directo desde Cuba- que la bloguera fue prohibida de viajar para recoger el premio María Moor Cabot otorgado por la Universidad de Columbia. Así, un ejemplo estupendo para tasar la legitimidad ética de los premios más famosos, creados por el poder es, precisamente, el conferido a Barack Obama hace poco: el Nobel de la Paz. Obama agradeció la anécdota, 5 días después, autorizando el envío de un nuevo contingente militar a la guerra que inició EE.UU. en Afganistán hace 8 años.

Volviendo a la red. En el Ecuador, por ejemplo, acceder a Internet requiere algo más que dinero: requiere de ciertos conocimientos tecnológicos y el despliegue de habilidades alcanzadas solo a través del uso y dominio de los códigos virtuales. El lenguaje de la red es complejo y quien lo utiliza incorpora pronto los vicios positivos del código. Lo que cuenta, al fin, es el manejo efectivo de la red.

Cuando pienso en la bloguera Yoani Sánchez, que hace su trabajo en el país-prisión, donde la hora/Internet puede costar hasta 7 dólares (porque el bloqueo encarece hasta el aire de la isla), pienso también cómo hizo para ganar la experticia virtual y franquear las ‘restricciones’ que hay en Cuba para navegar sin que esto suponga un sacrificio. Un dato me despeja la duda: en el blog de Sánchez hay un icono que solicita donaciones. Y las donaciones llegan. Incluso tiene un administrador del blog en Alemania que canaliza los donativos y la reproducción del blog en otros idiomas. Presumo que lo hacen en nombre de la libertad de los cubanos…

La fantasía de los media parece confirmar que la red alimenta, con descaro, dramas de valentía y negocios libertarios. El objetivo es asegurar, ideológicamente, atmósferas políticas nada virtuales.

Fuente: Carol Murillo
cmurillo@telegrafo.com.ec


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