Departamento de Estado: los cartelitos en La Habana son buenos, pero no funcionan.

Por Jissai Lam.

El vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, reconoció ayer en Washington "que la pantalla realmente no era efectiva como instrumento para proporcionar información a los cubanos". O sea, los cartelitos que ocupaban todo un piso de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos de Norteamérica en La Habana.

Sin embargo hubo un desmentido por una connotada disidente que pidió el anonimato a la corresponsal avezada que he contratado para mis blogs.

“Nos hemos arriesgado mucho enfrentando a la dictadura -dijo la legionaria- para que ahora venga el mesiánico Obama a darle la razón a toda la turba que manejan los Castro”.

La corresponsal pudo obtener información de que el jefe de SINA (Oficina de Intereses de Estados Unidos) en La Habana, se había quejado a Bush, con mucha diplomacia, eso sí, por el “Terrible heat!”del quinto piso del edificio, pero no porque fuese una intromisión de una legación diplomática, sino que sabía que era una prueba de la democracia asertiva que practican los Estados Unidos en terceros países.

Lo anterior fue confirmado por el segundo jefe de la SINA que explicó que su superior estaba además, “very irritable” a causa del ruido de Radio Martí y las musarañas de la TV que no se ve. Entonces explicó a la Casa Blanca que los mensajes no “funcionan”.

Mr. Obama, muy caritativo lo comprendió y mandó desactivarlos. Además, el Presidente es un buen administrador de fondos. No desperdicia en centavo en el perrito de la Señora Obama.

Dada su experiencia en Internet “luchando el baro” para ser Presidente está ideando otras fórmulas refinadas para acceder al Capitolio de La Habana. (El cubanismo lo aprendió el diplomático en sus clases para reporteros a los anexionistas cubanos).

La misma fuente adelantó, que Obama tiene el mismo sueño trasnochado de sus diez predecesores, de ser el primer Presidente de Estados Unidos que haga un discurso a los dueños de bancos, centrales azucareros, tierras, burdeles y casas que les robaron los obreros y campesinos cubanos. Esa partida de vagos que no merecían ni salud ni educación, entre otras cosas fruto de la propaganda comunista.

Está ensayando, dijo también de Obama, para terminar el discurso, sin acento, diciendo en perfecto español: ¡Viva Cuba Libre! y alzando un vaso con el famoso trago.



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1 comentario:

Magduska dijo...

Claro que esos cartelitos no pueden funcionar con un pueblo como el pueblo cubano imposible que semejante pacotilla funcione. O a caso no ven cada ves que se hace una marcha revolucionaria que por un lugar que nunca se va olvidar marcar el paso gigante del pueblo cubano es por la oficina de intereses de los EEUU para demostrar que Cuba si sabe lo que quiere y que no se va a dejar vencer por el terrorismo, el abuso ... y sobre todo para que no tengan que ver esos desagradables carteles los hermanos que nos visitan diariamente a nuestro país pusimos unas hermosas banderas...

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