Norelys Morales Aguilera.- Cuando se habla de alguna campaña mediática contra Cuba no hay que perder de vista que los medios hegemónicos están en una ininterrumpida y disciplinada campaña única con variantes según sucedan los acontecimientos en la Isla. No importa la trivialidad o lo común del hecho, por tratarse de la Isla todo será sobredimensionado y tendrá una exposición mediática de vasto alcance.
Los medios hegemónicos lejos de un ideal anunciado no informan o analizan; hacen política y esa política la encabeza por su poderío económico Estados Unidos y los países capitalistas que les son más cercanos empeñados en una sobrevivencia del sistema en compañía de los empresarios mediáticos, que son los que ejecutan dicha política.
Con una regularidad abrumadora el caso cubano es emblemático, sin embargo, no es solo contra Cuba la conspiración a partir de los medios y los mecanismos operativos que éstos están utilizando, desinformando, mintiendo, manipulando, pretendiendo desorientar a la ciudadanía, buscando dividirla y enfrentarla con sus gobiernos. [1]
A diario vemos la táctica de guerra mediática de acuñar determinadas frases para posicionarlas en el imaginario de los receptores de medios y redes sociales de tal modo que no haya cabida para ideas que contradigan sus objetivos; es decir, se trata de un verdadero diluvio de mentiras que pugnan permanentemente por convertirse en verdades.[2]
Son ejemplos “la isla comunista” empleado peyorativamente, el “régimen castrista”, "patriota" (sustituyendo a apátrida); "disidente" (sustituyendo a contrarrevolucionario) ; "palizas brutales" (para dar idea de salvajismo); auto agresiones y suicidios (a los llamados disidentes no les queda otro alternativa que atentar contra su vida, porque es mucho el sufrimiento)… así hasta un infierno terrenal mediatizado, algo que se extrapola y ensaya.
Expertos en esta guerra y campaña total son Radio Martí, la emisora del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y El Nuevo Herald de Miami, vocero del terrorismo, seguidos a pie juntilla por numerosos medios hegemónicos y blogs contrarrevolucionarios que cuentan con guía y fondos.
Recientemente fue manipulado el brote de cólera en la Isla, informado oportunamente por la prensa local, mientras se silenciaba uno de tuberculosis en Miami y no se le achacaba a las autoridades. Al día de hoy existe en República Dominicana la misma situación con el dengue y el cólera y no se insulta al gobierno dominicano.
Por estos días manipulan el accidente de tránsito donde murieron los contrarrevolucionarios cubanos Payá y Cepero, pero el conductor Ángel Carromero, un españolito de derechas que suspendida su licencia de conducir en España vino a correr en las carreteras de la Isla, acompañado de un sueco, Aron Modig, que deportado alienta en sus declaraciones la idea de que fue entrevistado más por sus actividades subversivas en Cuba que por su visión del accidente, que “no recuerda”.
Mañana será cualquier otro tema con tal de acusar a las autoridades de la Isla, sembrar las dudas y el desconcierto, crear las condiciones para un ataque real o un “cambio de régimen” con aliados de tan dudosa credibilidad como la derecha española o mercenarios de toda laya o agentes de la CIA que abundan en medios y redes sociales.
Todo sin prescindir, y con el silencio cómplice de los medios, respecto al bloqueo genocida que complica la economía y la vida en la Isla como política de estado de Norteamérica. Estados Unidos califica a Cuba de país terrorista para poner la alfombra a los medios y desde las arcas de Washington el dinero fluye alegremente a las agencias federales y a ONGs de derecha con funcionarios injerencistas y falsos turistas en misiones subversivas.
De esto no nos informan los medios y son el sustrato de la guerra mediática o campaña permanente que tiene eventos que son infundios y verdades a medias puntualmente relatados desde la Isla, concediéndole la prioridad informativa que queda demasiado grande a la economía cubana o a la minoritaria población de la Isla en comparación con otras naciones o sucesos.
Pero, más parece pesar el ejemplo incómodo de la Isla resistente como un mal comportamiento para el imperialismo global que tiene contra Cuba una campaña de medios permanente.
Notas
[1] http://islamiacu.blogspot.com/2012/08/plan-condor-mediatico.html
[2] http://www.radiocubana.cu/index.php/disidencia-y-campana-mediatica-contra-cuba/3709-guerra-mediatica-el-maridaje-perfecto
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