El bloqueo criminal y perverso está en su apogeo impidiendo el comercio y la entrada de combustible y otros insumos a la Isla, como indica una cronología de medidas punitivas [1] del gobierno saliente en EE.UU.
El presidente de la República y parte de su tren ministerial se desplazan por las provincias, evaluando, entre otros temas, los relacionados con el enfrentamiento a la COVID-19, la Tarea Ordenamiento, la producción de alimentos y la operación contra coleros y revendedores. Millones de compatriotas se afanan en estos tópicos con su trabajo intenso, de campos a ciudades.
Ya es noticia, aunque silenciada por algunos y a regañadientes por otros, el avance de Cuba en una de las varias vacunas que desarrolla contra la Covid-19 y el pronto inicio de las 100 millones de dosis que producirá.
En recientes declaraciones del director general del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez Bencomo, confirmó el progreso de la vacuna, quien señaló que la estrategia de Cuba de comercializarla tiene una combinación de humanidad y de impacto en la salud mundial.
Declaraciones del representante de la OMS en la isla, José Moya, quien enunció su optimismo con la Soberana 02 y destacó que 'Cuba ha sido el primer candidato de América Latina y del Caribe en colocar su vacuna en fase clínica'.
El escenario es desafiante, pero la Isla es un hervidero de opiniones para mejorar lo que se hace, y de optimismos ciertos con la vacuna contra la Covid-19.
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