Sin dudas se trató de una construcción colectiva, tal y como apreció Jorge Legañoa, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, quien participó en el análisis.
Aunque la propuesta de código fue analizada punto por punto, no hubo votaciones, sino propuestas dialogadas, en acta que será enviada a la presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba para incluir en el Código definitivo.
El intercambio tuvo la amenidad y la seriedad de quienes estudiaron el documento con la conciencia de que valores y ética, van de la mano en el periodismo que aspiramos para Cuba y que merece una población instruida y con alta preparación política.
En entrevista concedida a Telecubanacán al término del encuentro Legañoa dijo que lo que más le había impresionado fue precisamente la preparación de los participantes, periodistas jóvenes y más curtidos en el oficio, que ofrecieron sus experiencias en función de mejorar el texto propuesto.
La discusión del código de ética periodista está coincidiendo con el profundo accionar el pueblo cubano para dotarse de una Carta Magna. Los periodistas como parte de ese pueblo no ha sido menos, ni en Villa Clara ni en otros territorios de la nación.
Discutir de ética es discutir del bien común.
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