La envergadura del asunto se calibra en que no solo se trata de la simple frase "América para los americanos" o mejor “para los norteamericanos”, sino que son los recursos y el área de influencia geoesteratégica, hoy en disputa y decidiendose la suerte de nuestra gente, tantas veces preterida.
Aquella genial visión de José Martí, de que Las Antillas podrían ser la contención al gigante de las Siete Leguas, hoy es una escena compleja, frente al coloso, que por sobrevivencia, al menos, debe ser detenido.
La VIII Cumbre de las América, es la continuación de la idea que le tocó vender al presidente Bill Clinton, sobre del área de libre comercio "americano" como la salvación de los países de la región. Ha corrido mucha agua bajo los puentes y seguirá corriendo.
Para esta sede del cónclave en abril, está Lima, donde también se creó el mal llamado Grupo de Lima, que en realidad es un cartel de injerencia contra Venezuela, y contra todo lo que trasluzca independencia.
Por el momento Cuba está invitada y, nadie dude de que va a hablar por su hora. A Nicolás Maduro lo invitaron y des-invitaron, por mandatos que ejecutó PPK, cuya historia no deja lugar a dudas del matrimonio político con Donald Trump.
De Trump hay poco que decir que no se sepa. Sin embargo, de PPK hay que señalar por ser un sujeto de malas componendas y peores compañías, quien fue el primer gobernante latinoamericano en ir reunirse con el recién electo presidente de Estados Unidos.
Perfil mínimo de PPK
Kuczynski es un político afín a la economía de libre mercado con amplia experiencia tanto en la administración, como en el mundo corporativo y financiero. [2]
Pocos dudan de que es un presidente "para las multinacionales", un "lobista" que se enriqueció como empresario beneficiado por concesiones públicas durante los años que ejerció de ministro.
Mientras trabajó en el Banco Central de Reserva del Perú, Kuczynski fue acusado de otorgarle favores financieros a la International Petrolium Company, filial de la Standard Oil de Nueva Jersey, actualmente Exxon Mobil, de la cual, fue su director ejecutivo Rex Tillerson entre 2006 y 2016. No hay casualidades en la cofradía.
Se calcula que los estímulos financieros entregados a esta corporación petrolera fueron de 115 millones de dólares en ese momento. Para evitar caer en prisión, Kuczynski salió del país.
Durante el segundo gobierno de Fernando Balaúnde Terry (1980-1985) fue nombrado ministro de Energía y Minas, en donde impulsó la Ley Nº 23231, que exoneraba de impuestos a las compañías petrolíferas extranjeras instaladas en el país, aunque en el año 1985 la misma fue derogada.
PPK participó en la reunión de 1988 del Club Bilderberg, la conferencia a la que asisten los hombres más ricos y poderosos del mundo, que trazan estrategias mundiales en el más férreo secreto. En 2012 en una entrevista dijo que su patrimonio era de cinco millones de dólares. ¿Será verdad?
En su rol de empresario participó en la Compañía de Acero del Pacífico (1992-1995), Magma Copper (1995-1996), Edelnor, S.A. (1996-1999) y Toyota Motor Corporation (1996-2001), entre otras.
El escándalo de corrupción de Odebretch también salpica a Kuczynski, quien fue acusado de recibir dinero de la empresa brasileña durante su campaña electoral, así como durante la gestión de Alejandro Toledo (2001-2006), en la cual ejerció como ministro de Economía y Finanzas.
Ligado a los intereses de las corporaciones energéticas así como de entidades financieras estadounidenses, no extraña el interés de Kuczynski por la situación de Venezuela, uno de los países con mayores reservas petroleras en el mundo.
Si todo lo anterior no completara un cuadro sintético y revelador de PPK, sus propias palabras después de ser recibido por Trump y durante su presentación en la Universidad de Princeton, donde fue condecorado, el sujeto dijo:
“Estados Unidos se enfoca en aquellas áreas donde hay problemas. Como el medio oriente. No invierte mucho tiempo en América Latina pues es como un perro simpático que está durmiendo en la alfombrita y no genera ningún problema”.
Claro, que Trump no se iba a perturbar porque PPK insultara a Latinoamérica calificándola como "perro simpático", sin embargo, fue la evidencia irrebatible de que la gira del peruano acabaría en más acciones contra Venezuela.
Definitivamente, nadie mejor que PPK para ser el hombre de Trump en la VIII de las Américas, que augura debates subiditos de tono.
En Lima, Trump no se va a interesar por el nombre del palacio presidencial peruano [3], la “Casa de Pizarro”, en honor a Francisco Pizarro, el más brutal entre todos los enviados del Reino de España para someter a sangre y fuego la Abya Yala.
Quién dudará de estar en presencia de un caso emblemático de graves problemas de identidad de la clase política del Perú, de la cual PPK es un notable representante, y por lo mismo, el hombre de Trump para ver que puede hacer para “encaminar” una región, cada vez más incontrolable para el magnate policial del Imperio. ¿Sabrá que es una misión imposible?
Notas
[1] Entre los estrategas de campaña de PPK están Abel Aguilar, un publicista, que en 1990 dirigió la comunicación radial de Mario Vargas Llosa y en el 2002 y 2006 llevó a la alcaldía de Lima a Luis Castañeda, bajo la dirección estratégica del experto en campañas sucias, el venezolano J.J. Rendón.
[2] https://www.telesurtv.net/news/Pedro-Pablo-Kuczynski-Peru-intervencion-Venezuela-20170310-0030.html
[3] http://radio.uchile.cl/2018/02/24/ppk-historia-profunda-e-historia-reciente-de-un-perrito-simpatico/
Texto de la Columna de video
El hombre de Donald Trump para "educar" a Nuestra América con sus nuevos corolarios de la Doctrina Monroe, es el servil Pedro Pablo Kuczynski, un apellido casi impronunciable hasta para sus compatriotas, y le llaman PPK o PPKuy, un recurso de marketing político para hacerse el cholo, debido al cuy mágico que es parte de la cultura popular en esa zona.
La envergadura del asunto se calibra en que no solo se trata de la simple frase "América para los norteamericanos", sino que son los recursos y el área de influencia geopolítica, hoy en disputa y decidiendo la suerte de nuestra gente, tantas veces preterida.
Aquella genial visión de José Martí, de que Las Antillas podrían ser la contención al gigante de las Siete Leguas, hoy es un escenario complejo y múltiple, frente al coloso, que por sobrevivencia, al menos, debe ser detenido.
Para esta sede del cónclave en abril está Lima, donde también se creó el mal llamado Grupo de Lima, que en realidad es un cartel de injerencia contra Venezuela, y contra todo lo que huela a independencia.
Por el momento Cuba está invitada y nadie dude de que va a repetir su hora. A Nicolás Maduro lo invitaron y des-invitaron, por mandatos que ejecutó PPK, cuya historia no deja lugar a dudas del matrimonio político con Donald Trump.
Un perfil mínimo de PPK revela que es un político afín a la economía de libre mercado, con experiencia tanto en la administración, como en el mundo corporativo y financiero.
Pocos dudan de que es un presidente "para las multinacionales", un "lobista", que se enriqueció como empresario beneficiado por concesiones públicas durante los años que ejerció de ministro.
PPK fue acusado de otorgarle favores financieros a la actual Exxon Mobil, del señor Rex Tillerson. Para evitar caer en prisión, salió del Perú.
PPK participó en la reunión de 1988 del club Bil-der-berg, la conferencia a la que asisten los hombres más ricos y poderosos del mundo y que traza estrategias globales secretas.
El escándalo de corrupción de Odebretch también lo salpica, PPK fue acusado de recibir dinero de la empresa brasileña durante su campaña electoral, así como la gestión de Alejandro Toledo en la que ejerció como ministro de Economía y Finanzas. Su última componenda para librarse de la vacancia presidencial fue el indulto al criminal Alberto Fujimori.
Si todo lo anterior no completara un cuadro sintético y revelador de PPK, sus propias palabras después de ser recibido por Trump y durante su presentación en una universidad norteamericana, donde fue condecorado. Allí el sujeto calificó a Latinoamérica como "perro simpático".
Trump no se iba a inmutar por tal insulto, sin embargo, fue la evidencia incontrastable de que la gira del peruano acabaría en más acciones contra Venezuela.
Definitivamente, nadie mejor que PPK para ser el hombre de Trump en la VIII de las Américas, que augura debates subiditos de tono.
Soy Norelys Morales Aguilera.
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