Así lo ha publicado Mark Weisbrotm co-director del Centro para la Investigación Económica y Política de Washington, DC, y presidente de Just Foreign Policy (Política Exterior Justa), en el Huffington Post.
Obviamente esto no para el camino de la agresión de Estados Unidos a Venezuela, que ni siquiera protesta por el golpista Temer: todos les sirven.
El análisis de Weisbrotm dice que quienes hablan de esfuerzos para poner una “presión constructiva" sobre el gobierno venezolano son delirantes o deshonestos, especialmente cuando la presión proviene de una OEA, que es tan abiertamente partidista y dominada por Washington, que carece de legitimidad.
Una nota publicada este 6 de mayo, da cuenta de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comunicó telefónicamente con su homólogo de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), para abordar la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela.Según reportó la Casa Blanca, el republicano la manifestó a PPK la necesidad de "hacer frente al deterioro de la crisis política y económica” que sucumbe a ese país. Trump manifestó que Estados Unidos "trabajará junto con Perú en la búsqueda de mejorar las instituciones democráticas y ayudar al pueblo de Venezuela".
PPK no está muy bien en los resultados de las encuestas. De acuerdo con la empresa investigadora de datos y mercado Datum, que no es opuesta al gobierno, revela que la ciudadanía desaprueba al mandatario, principalmente por no cumplir sus promesas.
El descenso más fuerte lo obtuvo PPK en el norte del país, donde su aprobación se desplomó de 41 a 29%.
Para Donald Trump, en marzo, los conteos dieron que el 58% de los estadounidenses desaprueba su desempeño como presidente, según cifras de Gallup citadas por CNN.
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