Norelys Morales Aguilera
Hasta la marea inigualable de los humildes, llegó la paloma que buscó el hombro más alto para en símbolo propio, eternizarlo.
¡Aquí está!
Fue el primero y mejor sitio para la advertencia de que en lo adelante todo será más difícil.
¡Aquí está!
Venía de “hacerle un cuento a la muerte”* como debió forjar el Ángel insular. Necesitó sangre de titán, ideario de apóstol y astucia de Eras para cumplir el imposible con el posible.
Llegaron los seguidores del “ardiente profeta de la aurora” y fue “como un ciclón repentino, como un montón de banderas”. “¡Sólo importa Cuba!, sólo importa el sueño de cambiar la suerte.”
En la dureza y la ternura, todo se hizo con camino nuevo. Ya no era solo que él estuviera, sino ir con el trazador:
¡Ahí va!
Luego llegaron otras palomas, que ya no subieron al hombro más elevado, sino al más pequeño, al más desconocido, al que amoroso, levantaba los ojos cargándose de la dignidad tantas veces pisoteada.
Fue el milagro de los muchos que se hicieron palomas para volar al firmamento de las naciones reviviendo que Aquiles no derrota tampoco a nuestra tortuga pequeña, que cuando se enfurece le arranca un jarrete al toro… aunque ahora, la muerte estaba agazapada entre los del odio de siempre.
Entonces, las nuevas palomas saben que ¡Aquí está!, Saben que ¡Ahí va! en cada rincón de esta Isla misterio, milagro, compromiso, humanidad reaprendida…
El Uno pasó a ser Nosotros, para volverse el Otro. Fue entonces que los egoístas se bajaron en el primer andén. Mientras el Uno, el Nosotros, el Otro crecieron. Hasta que con los años hubo que navegar en solitario por un mar insólito, desconocido, turbulento…
Pero, apareció la cruda certeza cuando en aquella tarde de láser los presagios fueron develados por el Capitán que asumió la nave:
¡Resistiremos!
Cuántos derroteros, pero con Fidel
Cuanta grandeza cotidiana, pero con Fidel
¡Hazaña de la “fabulosa resistencia de la familia cubana”¡
¡Aquí está!
¡Por ahí va!
Cuba hacia otra singular victoria, no tiene dudas.
Es Fidel siempre en el camino joven.
Sí, poeta, que “…para el camino joven ningún caminante es viejo.”
*Los entrecomillados corresponden a versos de Lezama Lima, Ernesto Guevara, Carilda Oliver, El Indio Naborí y Manuel Navarro Luna.
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