El documento, leído por el presidente Nicolás Maduro al finalizar la cumbre extraordinaria de la entidad celebrada este martes en Caracas, rechazó de forma contundente la agresión de Estados Unidos sobre la base de que es “injustificada e injusta”, y constituye una amenaza de interferencia con el principio de soberanía y no intervención.
Expresó además su compromiso con la resolución pacífica de los conflictos, el derecho internacional y llamó a actuar en principio con las normativas de Naciones Unidas, así como pidió al gobierno de Estados Unidos se abstenga de medidas coercitivas hacia la nación bolivariana.
La Declaración de Caracas solicitó, de forma sincera, que se acoja un diálogo con Venezuela como alternativa al conflicto, fundamentado en el principio de soberanía y autodeterminación.
En este sentido propuso formar un grupo de facilitadores de instituciones como la Celac, Unasur, ALBA-TCP y Caricom, para facilitar una diplomacia de compromiso entre Venezuela y Estados Unidos en aras de aliviar las tensiones y buscar una solución amigable.
Ratificó el ALBA-TCP su apoyo a Venezuela para que cesen las agresiones ya que América Latina y el Caribe es una zona de paz. Enfatizó, entretanto, que Venezuela no representa una amenaza para ningún país, siendo una nación solidaria que ha demostrado voluntad de cooperación y es garantía para la paz social y la estabilidad.
Exigieron los representantes del grupo a EE.UU. que cese el hostigamiento contra Venezuela, el cual alienta la violencia desde la oposición más rancia en esa nación.
Resaltaron además que la orden ejecutiva de Obama desconoce flagrantemente las declaraciones de respaldo a Venezuela aprobadas en el Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el 7 de marzo del pasado año.
Denunciaron también la feroz campaña mediática internacional para desacreditar a la Revolución bolivariana, una táctica que busca escalar en el intervencionismo.
Respaldaron, por otro lado a las presidentas Dilma Rousseff, de Brasil, y Cristina Fernández, de Argentina, atacadas por campañas de desprestigio mientras han contribuido de forma efectiva al fortalecimiento de la democracia y la paz en Latinoamérica.
La declaración saludó el diálogo de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en Guatemala el pasado 10 de abril, donde se analizó la orden ejecutiva de Obama.
Instruyó el ente integracionista a los embajadores de las naciones del ALBA-TCP a desarrollar una campaña para que se sepa la verdad de lo que ocurre en Venezuela, mientras exhortó a los movimiento sociales, indígenas, de mujeres, entre otros, a estar en movilización permanente para demostrar que Venezuela no están sola y que se rechaza de forma categórica esta intervención en la Patria Grande.
Se reafirmó además que el ALBA-TCP continuará promoviendo la unidad, integración, solidaridad y convivencia pacífica del ideario latinoamericano y caribeño para consolidar la paz entre los pueblos.
Respaldó el texto la carta al pueblo de Estados Unidos titulada Venezuela no es una amenaza, emitida por el Gobierno bolivariano.
Finalmente, el ALBA-TCP reiteró su solidaridad y respaldo inequívoco a Venezuela en la defensa de su derecho a la independencia, por lo que solicitó al Gobierno estadounidense y al presidente Obama que derogue la orden ejecutiva, ya que esta constituye una amenaza a la soberanía y una intervención en los asuntos internos de ese país.
Fuentes: La Voz del Sandinismo/VTV
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