Foto de Sergio Pérez/REUTERS
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Bajo el lema "La marcha del cambio", el recorrido transcurrió en un ambiente festivo en el centro de la capital, en una movilización que busca mostrar el deseo de acabar con el bipartidismo que ha imperado en el país en las últimas décadas.
En la manifestación, que concluía en la puerta del Sol, escenario de las concentraciones que fraguaron el movimiento ciudadano 15-M, al que se considera germen de Podemos se oían cánticos de "Se nota, se siente, Pablo presidente" y "Sí se puede", una réplica del eslogan "Yes we can" adoptado por Barack Obamaen su campaña presidencial de 2008.
La formación encabezada por el profesor universitario Pablo Iglesias considera que la manifestación marca el inicio de un año con varias citas electorales que llevará a expulsar a lo que denominan "la casta" política y económica que, en su opinión, ha saqueado el país mientras la población era sometida a profundos recortes en materia social.
Podemos, a la que algunos sondeos sitúan como tercera fuerza política en las elecciones generales de final de año, ha suavizado en los últimos meses su discurso inicial de izquierdas para atraer a votantes de otras ideologías, pero por el momento no ha concretado cuáles serán las líneas de su programa electoral.
"Los recortes y las políticas de austeridad están dividiendo nuestro país en dos, los que se han beneficiado y los que están peor que antes... Vamos a trabajar juntos para construir un país mejor, un país para la gente", dijo Iglesias ante la multitud.
"Este año vamos a trabajar para que el cambio político llegue este año, comenzamos algo nuevo este año es el año del cambio y vamos a ganar las elecciones al Partido Popular", dijo en su discurso.
Tras la victoria de Syriza en Grecia -una formación afín a Podemos-, la atención se centra ahora en España, donde la organización de Iglesias logró 1,2 millones de votos en las elecciones europeas del mayo pasado con un discurso en el que hacía referencia al impago de la deuda y una renta universal.
Desde entonces han suavizado sus propuestas hacia líneas más socialdemócratas, presentándose a sí mismos como única alternativa para recuperar "la soberanía popular, la decencia y el cambio político", según el manifiesto de la marcha, en la que se veían banderas griegas y republicanas españolas, además de estandartes y carteles morados, el color distintivo de Podemos.
Consigan o no acabar con el bipartidismo de Partido Popular y Partido Socialista, algunos analistas señalan que Podemos ya ha hecho su aportación a la política española, llevando a la aprobación de medidas contra la corrupción y en pro de la transparencia de las instituciones.
¿ESPAÑA ES GRECIA?
Al igual que Syriza, Podemos se ha hecho hueco en su campaña arrebatando votantes a otros partidos de izquierdas como el PSOE o Izquierda Unida, trabajando en el argumento de que en las próximas elecciones generales habrá solo dos opciones reales de triunfo: populares o Podemos.
En su discurso del sábado, Iglesias dijo que España no era Grecia pero alabó las medidas adoptadas esta semana por el gobierno heleno, señalando que sirven para refutar la idea de que sus propuestas se basan en un idealismo irrealizable.
"¿Quién decía que no se puede, quién decía que un gobierno no puede cambiar cosas?", dijo.
Un sondeo elaborado a finales de 2014 mostraba que uno de cada cuatro votantes de los socialistas en las generales de 2011 apoyaría hoy a Podemos, mientras que en el caso de Izquierda Unida sería uno de cada dos.
José Pablo Ferrándiz, responsable de la firma de sondeos de opinión Metroscopia considera que la estrategia electoral de Podemos es ocupar el espacio de la socialdemocracia que ha sido abandonado por las socialistas.
"Con la ley electoral española, los partidos van a tener que buscar coaliciones para gobernar. Es muy importante quién llega primero a la izquierda. Lo que quiere Podemos es forzar al PSOE a elegir entre una gran coalición con el PP y Podemos", dijo.
"En el primer caso, se les vería como la casta, y se les castigaría por eso. En el segundo, les esperaría un futuro desolador como el Pasok (partido socialista griego). Es una trampa mortal".
Numerosos manifestantes que dijeron haber votado en el pasado al PSOE expresaban el sábado el rechazo a la formación socialista por su gestión durante los primeros años de crisis.
"El PSOE es cómplice de la gran mayoría de lo que ha ocurrido en el país durante la crisis. Hay mucha gente del PSOE, y del PP aquí que se siente ofendida y dolida por los recortes y políticas contra el ciudadano que empezaron con el PSOE", dijo David Canecín, coordinador logístico de 44 años.
No obstante, el investigador de Metroscopia advierte que Podemos habría tocado su pico en los sondeos, que podrían no traducirse en intención de voto si aumenta la percepción de una mejora en la economía y los otros partidos contraatacan.
Tanto los socialistas como IU han optado por líderes más jóvenes y están moviéndose a la izquierda para recuperar votos, mientras que Ciudadanos, otro partido que atrae a votantes descontentos con las formaciones tradicionales, podría limitar el crecimiento de Podemos.
Entretanto, muchos miran ahora a Grecia, donde la capacidad de Syriza para lograr un acuerdo con sus acreedores europeos y reactivar el crecimiento del país podría resultar clave para Podemos.
Tomado de informe de REUTERS a cargo de Inmaculada Sanz y Julien Toyer
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