Obama fue el presidente moderno que concedió la menor cantidad de indultos, un 2% de los solicitantes: 39 personas, pero indultó a 10 pavos.
Tal vez esta información no la tenga el contratista estadounidense Alan P. Gross, detenido en Cuba hace 4 años y sancionado a 15 años de privación de libertad por "acciones contra la integridad territorial del Estado" cubano y que ha apelado por la clemencia de su mandatario, responsable de la política que lo trajo a la Isla.
"Con el mayor respeto, señor presidente, temo que mi Gobierno, el mismo Gobierno al que yo servía cuando comenzó esta pesadilla, me ha abandonado", dice Gross, en una carta enviada a Obama.
"Para mí está claro, señor presidente, que sólo con su implicación personal se puede conseguir mi liberación", indica en la misiva, enviada a través de la sección de intereses de EEUU en La Habana y publicada por el diario Washington Post.
La “implicación personal” la ha resuelto Obama mediante un comunicado del portavoz de la Casa Blanca Jay Carney, quien dijo: “Reiteramos nuestro llamado hoy para que los cubanos liberen a Alan Gross”, señalando que su encarcelamiento es un “impedimento” para alcanzar unas “relaciones más constructivas” entre Washington y La Habana.
Carney también señaló que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha solicitado la ayuda de líderes de otros países para liberar a Gross.
Cuba ha sugerido un canje de Gross por los luchadores antiterroristas que cumplen condena en Estados Unidos bajo cargos falsos de espionaje, pero esta posibilidad ha sido descartada por Washington, cuyo primer mandatario indulta más fácil a un pavo que a un ser humano.
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