Añadió que «junto a sus compañeros de lucha dirigió a su pueblo en la batalla contra el apartheid para abrir el camino hacia una nueva Sudáfrica no racial y unida en la búsqueda de la felicidad, la igualdad y el bienestar de todos sus hijos para superar las secuelas del colonialismo, la esclavitud y la segregación racial».
Raúl intervino en su turno tras el Presidente indio. El Presidente cubano fue presentado por el moderador como «el representante de una Isla pequeña que nos liberó a todos».
Raúl también recordó que Mandela fue un ejemplo de integridad y perseverancia, encabezó luego el esfuerzo dirigido a la eliminación de la pobreza, la reducción de la desigualdad y la creación de oportunidades para todos.
«Mandela es un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe que avanzan hacia la unidad e integración en beneficios de sus pueblos, respetuosos de su diversidad, con la convicción de que le diálogo y la cooperación son el camino para la solución de las diferencias la convivencia civilizada de quienes piensan distinto», dijo.
El Presidente cubano afirmó que «la humanidad no podrá responder a los colosales desafíos que amenazan su propia existencia si no lo hacen mediante una nueva concertación de esfuerzos entre todas las naciones como la vida de Mandela preconiza. Cuba, que lleva en sus venas sangre africana, surgió en la lucha por la independencia y por la abolición de la esclavitud y posteriormente ha tenido el privilegio de combatir y construir junto a las naciones africanas».
Jamás olvidaremos el emocionado homenaje de Mandela a nuestra lucha común cuando nos visitó el 26 de Julio de 1991 y dijo: «El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África».
Raúl recordó la entrañable amistad de Mandela con Fidel Castro, símbolo de la hermandad entre africanos y cubanos, quien expresó:
«Nelson Mandela no pasará a la historia por los 27 años consecutivos que vivió ahí encarcelado sin ceder jamás en sus ideas, pasará porque fue capaz de arrancar de su alma todo el veneno que pudo crear tan injusto castigo, con la generosidad y al sabiduría con que en la hora de la victoria ya incontenible supo dirigir tan brillantemente su abnegado y heroico pueblo, conociendo que la nueva Sudáfrica no podría jamás construirse sobre cimientos de odio y de venganza».
¡Honor y gloria eternas a Nelson Mandela y al heroico pueblo de Sudáfrica!, concluyó Raúl.
Tras las palabras del Presidente cubano, el maestro de ceremonia Cyril Ramaphosa agradeció las palabras con un: «Gracias, Castro, por la ayuda de Cuba durante los años de lucha de Sudáfrica. Los dos países están unidos fuertemente en muchos ámbitos».
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