Este miércoles los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con poder de veto (EE.UU., Rusia, Reino Unido, China y Francia) han debatido a puerta cerrada un proyecto británico de resolución sobre Siria.
Todavía los poderosos mandantes del mundo no se ponen de acuerdo, pero el hecho es que el presunto ataque químico en el suburbio oriental de Damasco, Guta, del pasado 21 de agosto desató una avalancha de declaraciones de varios países miembros de la OTAN, que están considerando intervenir en Siria sin la autorización de la ONU.
La resolución británica condena al gobierno sirio por supuestamente haber utilizado armas químicas la semana pasada y autoriza la aplicación de “medidas necesarias para proteger a los civiles”.
Los países de la Alianza encabezados por Estados Unidos intentarían repetir lo hecho en 1999 en Kosovo, que supondría una grave violación del derecho internacional.
Pero, al parecer podrían invocar la fórmula legal que se llama "Responsabilidad de Proteger", o R2P, nacida de las catástrofes humanitarias en Kosovo y Ruanda en los noventa, según explica Clive Coleman, Corresponsal de Asuntos Legales, BBC.
La R2P proporciona un marco jurídico para la comunidad internacional respecto del uso de la fuerza militar como último recurso, ya sea por medio de una coalición regional o la llamada "coalición de los dispuestos".
Si reparamos en las opiniones que transmiten las mass media dominantes y la retórica belicista de los miembros de la OTAN, dicha coalición tendría los requerimientos exigidos para actuar, incluso por una investigación de inteligencia del gobierno de Barack Obama, que son:
- una poderosa evidencia de una atrocidad en curso.
- haber agotado las medidas pacíficas, como la diplomacia y las sanciones.
- la utilización de la fuerza debe estar dirigida específicamente a detener la atrocidad y a la protección de la población civil.
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