"Si hay algún malentendido, yo no tengo ningún inconveniente en pedir disculpas al presidente. Si cree que se ha producido un malentendido, no hay problema", dijo hoy el canciller, señalando que fue "una noche muy complicada, con mucho nerviosismo".
El canciller matizó así sus declaraciones del viernes pasado, cuando dijo que "España no tiene que pedir ninguna disculpa", informó Mónica Uriel de ANSA.
No obstante, el canciller español puntualizó que nunca pedirá disculpas por "poner en riesgo la vida del presidente" como acusaron los países de Unasur.
García-Margallo insistió en que España nunca revocó la autorización de vuelo ni el permiso de escala, como sostiene el gobierno boliviano, y nunca puso en peligro la vida del presidente boliviano.
Bolivia pidió a España, Francia, Portugal e Italia que se disculparan por el incidente sufrido por Morales, cuyo avión estuvo retenido 13 horas en el aeropuerto de Viena por el cierre de varios espacios aéreos ante la sospecha de que el ex analista de la CIA Edward Snowden iba a bordo.
Según la versión del gobierno español, el gobierno boliviano le pidió mediar con los otros países europeos ante la imposibilidad de sobrevolarlos y agradeció a Madrid por permitir a su avión que se reabasteciese de combustible en las islas Canarias.
Según Morales, el embajador español en Austria, Alberto Carnero, le pidió que le invitara a "un cafecito" en el interior de la aeronave en lo que le presidente boliviano definió como un intento de comprobar si Snowden estaba dentro.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos debate este martes en una sesión extraordinaria convocada por Bolivia el incidente que obligó el 2 de julio a aterrizar de emergencia en Viena. La reunión se produce en un clima de indignación entre los países de América Latina hacia Europa por el trato dispensado al líder boliviano.
De último momento Europa Press informó que Edward Snowden, ha aceptado la propuesta del gobierno de Venezuela para asilarse en ese país sudamericano, según el parlamentario ruso Alexei Pushkov.
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