Norelys Morales Aguilera.- Pocas horas después de que murieran baleados 20 niños y seis adultos en la escuela de Connecticut, además del autor y su madre, la comentarista conservadora Ann Coulter afirmó en un twitter: "Más armas, menos matanzas". Ilustrativo del pensamiento que hace proliferar el culto a las armas en Estados Unidos, aunque no sea lo único.
La premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, consideró que la masacre en Connecticut, Estados Unidos, es “normal porque (las) provoca una venta indiscriminada de armas para sus habitantes y su política de guerra en el mundo es de ficción”.
“Ciertamente es lamentable y doloroso y esperamos que nos sea el comienzo de una guerra de heroísmos sin sentido y ahora Barack Obama tiene frente a sí todo un desafío, y también todos los habitantes de Estados Unidos”, puntualizó.
Este domingo el presidente Obama afirmó que "No podemos tolerarlo más. Estas tragedias deben terminar. Y para que así sea, debemos cambiar", no obstante, la Casa Blanca dijo este lunes que aún no tiene "una agenda concreta" sobre la tenencia privada de armas.
Por otro lado, más 140.000 personas habían firmado este lunes por la mañana la petición en la página web de la Casa Blanca para reclamar una ley sobre el control de las armas, informó AFP.
El portavoz de la presidencia Jay Carney, dijo que "en las próximas semanas" Obama transmitirá a los estadounidenses posibles enfoques después de que dijera tras la matanza de la escuela primaria en Connecticut que recurriría a todos los instrumentos que tiene a su disposición.
"No tengo propuestas para presentarles. El presidente habló ayer (domingo) de avanzar en las próximas semanas", dijo Carney.
La senadora Diane Feinstein informó que presentará al Congreso de Estados Unidos una nueva iniciativa de ley para controlar las armas de asalto, ¡Solo las armas de asalto!
Sin embargo, Feinstein ha sido la única legisladora federal que ha conseguido la aprobación, en 1994, de una ley que limitó la venta de armas de asalto al público y hasta ahora esa es la única ley que permanece sin que la demande la Asociación Nacional del Rifle, la organización que promueve el uso de armas de fuego entre los estadounidenses, con base en el derecho constitucional a armarse.
Cada año unas 100.000 personas son heridas o muertas a balazos en EE.UU., según el Centro Brady para el Control de Armas, un grupo que recibe el nombre de Jim Brady, el secretario de prensa de la Casa Blanca herido de bala cuando un individuo intentó matar, en 1981, al presidente Ronald Reagan.
Desde 1968, cuando fueron asesinados el dirigente de los derechos civiles Martin Luther King, y el senador Robert Kennedy, más de un millón de personas han muerto en EE.UU. por heridas de bala.
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