Jorge Ángel Hernández.- Un despacho de Reuters, firmado por Enrique Andres Pretel y Marianna Párraga, amplificado además por Yahoo noticias, da cuenta del triunfo absoluto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las recién finalizadas elecciones de Gobernaciones.
Como la noticia no deja lugar a escapatorias, la Agencia de Prensa se las arregla para llevar a su candidato al titular: “El chavismo arrasa en las regionales, aunque Capriles retiene su estado”.
Sin el menor recato, la lupa de los monopolios informativos prefiere enfocarse en su interés, derrotado escandalosamente, antes que cumplir con los preceptos de la información. No solo se halla en juego la política venezolana, sino además sus índices de credibilidad, de ahí los puntos selectivos. Tampoco es que lleguen a transformar lo incontestable, sino que focalizan aquello que les interesa per se.
De ahí que el párrafo inicial comience con lo ocurrido, “¡El partido socialista de Hugo Chávez logró el domingo un triunfo arrollador en las elecciones de gobernadores en Venezuela”, y concluya con un pero que confirma su interés: “aunque la victoria del ex candidato presidencial Henrique Capriles mantiene viva a la oposición”.
¿Viva una oposición que pierde en veinte de veintitrés estados posibles? ¿Cómo serían los titulares si los resultados fuesen a la inversa?
Para los autores de la nota, la victoria del candidato de la MUD en el estado de Miranda, lo consolida “como el líder nacional de la oposición si el presidente no pudiera continuar en el poder”. Una vez más la adversativa que espera porque Chávez no rebase la operación para buscar las vías de imponerse, siquiera por la fuerza. Sus declaraciones quedan generosamente amplificadas en el despacho de prensa.
Matizan además el crecimiento en la abstención, en otro intento agónico por minimizar la victoria del chavismo. Y así mismo lo hace El País, un consuetudinario opositor de Chávez y vocero del mercenarismo USAID, aunque este coloca la victoria del candidato de Miranda en los subtítulos y destaca allí mismo el crecimiento del abstencionismo, con el llamado al incidente del estado de Bolívar, donde el candidato de la oposición se negaba a respetar el resultado del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Lo cierto es que, por más abstencionismo que haya, la oposición venezolana depende de la fuerza que ejercen sobre la opinión pública los intereses de los monopolios de la información y, desde luego, de la intervención extranjera. Son sus divisas esenciales y, aunque Capriles ganara en Miranda, con la ventaja que da recién haber salido de una campaña electoral muy bien costeada y obtuviera solo el 50,35 por ciento de los votos frente a un 46,1 por ciento de Elías Jaua, dato que estas Agencias no resaltan, solo la intervención militar, o el golpe de Estado, pudieran sentarlo en el banquillo del poder. |Cortesía del autor
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