Norelys Morales Aguilera.- A un billón 66 mil millones de dólares ascienden los daños económicos producidos por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba, así como afectaciones humanas invaluables y una feroz persecución a sus transacciones por todo el planeta. [1]
Lo peor es que la política genocida y fracasada norteamericana es un serio obstáculo al desarrollo socio-económico de la Isla. No hay argumentación válida que sustente una medida de este tipo, pero se mantiene en el tiempo como actitud imperial, que rechaza el diálogo porque Cuba es una piedra en el zapato.
"Es muy ilustrativo que el rechazo al bloqueo contra Cuba fuera uno de los seis temas más tratados en la Asamblea General de la ONU este año", y que esa política se calificara de "bloqueo genocida, violatorio y fracasado", "anacronismo", "rémora de un pasado", "reliquia de la guerra fría" y "crimen de lesa humanidad", señaló Granma.
Tan temprano como el 24 de junio de 1959 el Departamento de Estado norteamericano convocó una reunión para orientar que: “correspondía al Gobierno de Estados Unidos asumir de inmediato una posición muy firme contra la Ley de Reforma Agraria y su implementación. (...)La mejor manera de alcanzar el necesario resultado era la presión económica." Se valora, por primera vez, la supresión de la cuota azucarera cubana. [2]
Al siguiente año, el 6 de abril de 1960 otro informe de un funcionario del Departamento de Estado refleja: "La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (...) no existe una oposición política efectiva (...) el único medio previsible para enajenar el apoyo interno es a través del descontento y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas"
En 1996, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley llamada Helms-Burton Act. De esta forma se eliminó la posibilidad de hacer negocios dentro de la isla o con el gobierno de Cuba por parte de los ciudadanos estadounidenses. También quedaron impuestas restricciones sobre el otorgamiento de ayudas públicas o privadas a cualquier sucesor del Gobierno de La Habana.
En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el bloqueo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores a 700 millones de dólares anuales.
La administración de Barack Obama endureció las sanciones económicas en los últimos cuatros años y desde el 2009 aumentaron las multas relacionadas con operaciones financieras, a pesar de la autorización de algunas categorías de viajes de estadounidenses a la Isla, las remesas o el permiso a aeropuertos para volar vuelos charters a Cuba. En esencia se mantiene la hostilidad.
El bloqueo hacia Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna. Ha sido condenado 20 veces por las Naciones Unidas, porque argumentan que es un lastre para la economía cubana. En la última votación, el 25 de octubre de 2011, solo contó con el apoyo de EE. UU. e Israel.
Este martes, la Asamblea General de Naciones Unidas volverá a tratar el tema, en su sede de Nueva York, donde se encuentra el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, según medios locales cubanos.
Para Estados Unidos quedará en evidencia su política insensata, fracasada y en solitario porque la Revolución cubana se sostiene a pesar del bloqueo.
Notas
[1] http://www.granma.cubaweb.cu/2012/11/12/nacional/artic04.html
[2] http://www.ecured.cu/index.php/Bloqueo_Econ%C3%B3mico_contra_Cuba
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