Ecuador enfrenta campaña mediática internacional

El gobierno de Ecuador enfrenta una campaña internacional de desprestigio por no haber agachado la cabeza frente a los poderes mediáticos de siempre y tomar decisiones soberanas, dijo el presidente Rafael Correa.

De acuerdo con el mandatario, un periódico inglés, con complicidad de la prensa corrupta nacional, publicó que (la administración) es solo una dictadura izquierdista que trata con puño de hierro a los que disienten.

Aunque no mencionó el nombre del rotativo, señaló que se trata de un órgano de comunicación serio, que sin embargo ha mentido a su pueblo.

Según expuso, esos medios estarían bombardeando al mundo con informaciones adulteradas luego que el gobierno cerrara una veintena de medios de comunicación en el país por incumplir sus contratos.

Al respecto, la Superintendencia de Telecomunicaciones informó en su momento que procedería a clausurar estos órganos ante su falta de pago por el uso de la frecuencia y otras condiciones de transmisión.

Lo que no dicen, refirió, es que fueron renovados unos 300 permisos de frecuencia, aseveró Correa.

Comentó que hasta hace un tiempo atrás, en Ecuador prevalecía una ley no escrita de que los periodistas y medios de comunicación estaban por encima de la ley y no podían iniciarse procesos jurídicos en su contra.

Eso se acabó, dijo, porque en el país existe un estado de derecho y todos los ciudadanos son iguales ante la ley.

Correa sugirió orientar a las delegaciones diplomáticas en todo el mundo que conformen equipos de comunicación y prensa para desmentir las tergiversaciones y falsedades publicadas sobre Ecuador en otros países.

En este Enlace Ciudadano, Correa refirió, además, que no aceptará insultos ni amenazas a su persona publicados en ciertos medios de comunicación como los registrados en la última semana.

Confirmó que en su condición de ciudadano iniciará las investigaciones necesarias, probablemente en la Defensoría del Pueblo, porque no permitirá ofensas en nombre de la libertad de expresión.

Eso no es avance civilizatorio, sino decadencia, aseveró Correa, quien llamó a sus conciudadanos a rechazar esta situación.

"Yo no permitiré que me insulten, yo sí tengo dignidad", sentenció.


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