Miguel Crispín Sotomayor.- La situación actual en España de los expresos “disidentes”, liberados por el Gobierno de Cuba, me recuerda, salvando la distancia, algunos versos del poema “Se equivocó la paloma” , de Rafael Alberti:
“Se equivocó la paloma. / Se equivocaba. / Por ir al Norte, fue al Sur. /Creyó que el trigo era agua. /Se equivocaba. /…”
Creyeron que por su trayectoria contrarrevolucionaria, como asalariados del gobierno de Los Estados Unidos y de la Unión Europea, recibirían un trato diferente al que Roma le daba a los traidores. Se equivocaron.
Creyeron, por sus “meritorios servicios”, que serían recibidos en España como héroes, y que continuarían recibiendo salario o al menos exorbitantes pensiones de sus patrones.
Se equivocaron.
No hubo recibiendo de héroes, ni siquiera de las “rutilantes estrellas” del firmamento artístico y literario que tanto los había estimulado cuando eran “disidentes” con empleo, ni hoteles cinco estrellas, ni pensiones, y tampoco subsidio como desempleados.
Hubo modestos moteles y centros para refugiados, donde también se alojaban, al decir de algunos de ellos ubicados en Málaga: “40 personas de otras culturas, la mayoría refugiados de África”, o sea: negros.
Hubo también ayuda monetaria, la que no recibían otros inmigrantes que sí eran perseguidos políticos, pero la consideraron insuficiente, porque no les permitía acceder a la soñada sociedad de consumo. Ayuda que los actuales gobernantes de España, sin tener en consideración los servicios que le brindaron cuando el Partido Popular estaba en la oposición, se ocuparon de cancelar. Se equivocaron.
Creyeron que podían protestar contra el gobierno español y la policía española los trataría como la de Cuba, de la que inventaron tantas mentiras y vivieron de ellas. Ahora sí fueron golpeados brutalmente y detenidos. Han conocido lo que es una verdadera represión policial, algo que nunca pudieron ver en Cuba. Se equivocaron.
Unos hablaron de huelga de hambre y otro se ha suicidado. ¿Dónde están los auto titulados “defensores de los derechos humanos”, de allá y de acá, que todavía no han iniciado alguna de sus conocidas campañas mediáticas en solidaridad con sus semejantes? ¡Cuánta hipocresía!
Soñaron y desearon ir al capitalismo y reniegan, como antes hicieron de su patria. Se equivocaron.
Fueron en busca de “libertad y democracia”, y también se equivocaron.
Están rabiosos, pero sería insultante compararlos con los Indignados, ellos son: Arrastrados.
Tampoco tienen relación alguna con la paloma equivocada de Rafael Alberti, me disculpo, ellos son buitres.
Si la terquedad no los enceguece, algún día podrán sacar sus propias conclusiones.
[Enviado por su autor para Cuba coraje]
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