Norelys Morales Aguilera.- Estados Unidos, al tiempo que rechazó las demandas cubanas por la marca de ron Havana Club, dijo que Cuba "ha tenido su oportunidad ante los tribunales" algo que movería a risa si no fuese cínico.
Los subterfugios legales y el tráfico de influencias no pueden tapar que el ron Havana Club se extrae de la caña cubana y esa no se da ni en República Dominicana ni en Miami.
Para todos los que están al tanto del asunto la decisión es resultado de las maniobras de la mafia anticubana miamense y sus aliados dentro del Congreso, en retribución a las contribuciones financieras que reciben de la compañía Bacardí, "la real promotora estas acciones contra Cubaexport, dirigidas a usurpar las marcas y mercados del ron genuina y legítimamente cubano", según expresó una nota de la cancillería de la Isla.
La agencia Efe afirma haber recibido un comunicado de un portavoz del Departamento de Estado que pidió el anonimato y dio por cerrada la demanda en la que Cubaexport y la compañía francesa Pernod Ricard que defendienden su derecho a usar el nombre Havana Club para vender este ron en el mercado estadounidense, que se disputan con la compañía Bacardí.
El portavoz sí reconoció, no obstante, que la decisión inicial de la OFAC de no renovar el permiso se produjo "de acuerdo con el asesoramiento sobre política exterior otorgado por el Departamento de Estado".
La susodicha OFAC tiene más personal dedicado a hostigar y sancionar los contactos de norteamericanos y firmas extranjeras que negocien con la Isla que a perseguir terroristas, a fin de hacer cumplir a rajatabla el injusto bloqueo que practican.
En su declaración de la Cancillería cubana mencionó la negativa de la Corte Suprema estadounidense para que la compañía Cubaexport tuviera la posibilidad de defender su derecho de renovar el registro de Havana Club ante la Oficina de Marcas y Patentes.
Dicha negativa fue hecha al amparo de la Sección 211 de la Ley Ómnibus, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos a fines de 1998, la cual prohíbe el reconocimiento y renovación de marcas asociadas a propiedades nacionalizadas por el gobierno cubano.
Si no existiesen suficientes pruebas de quién es la Empresa Bacardí y sus filiaciones mafiosas y terroristas podría preguntarse por qué sacó del mercado un trago llamado La Bomba, que no aparece hoy ni en las imágenes de Google.
Sin embargo, quiéranlo o no, sí está el Cuba Libre, que es el mejor por con ron de caña cubana que no puede ser explicada ni replicada, aunque los mafiosos interfieran y sienten precedentes sobre las regulaciones de marcas y patentes, algo que perjudicará a los propios Estados Unidos.
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