Carcajadas de satisfacción provocarían en el PP los jóvenes cubanos indignados en las calles pidiendo trabajo, educación, salud y que los políticos cumplan con las promesas del bipartidismo al estilo ibérico, porque esa es la “democracia” que los colonialistas tienen a bien.
Euforia incontrolable invadiría a los derechistas españoles si Cuba para actualizar su modelo económico hubiera llamado a los tecnócratas del Fondo Monetario Internacional y a los asesores del Club Bilderberg.
En la cueva de Aznar, Moragas y Rajoy se felicitarían si viesen a Cuba seguir el destino deparado a la Isla cuando la vendieron a Estados Unidos antes que aceptar la independencia que los cubanos ganaron machete en mano.
Sin embargo, como nada de lo que aspiran sucede el diputado del PP Teófilo de Luis, rabia y dice que su partido no se dejará engañar por “la dictadura” sin “dar pasos hacia una transición democrática”.
"El PP sólo se relajará el día en que Cuba se restituyan las libertades, se respeten los derechos humanos y se alcance la plena democracia a través de una transición pacífica", dijo, y añadió que su partido buscará "involucrar a Europa y sus instituciones" para ayudar a este “proceso de reconciliación”, según Efe.
Declaraciones paradigmáticas de una gran falta de imaginación.
La Cuba que aprendió de colonia y de neocolonia es la que no se deja engañar ni se va a relajar junto a su gobierno que continúa buscando la mayor suma de justicia y felicidad para su pueblo aunque los derechistas españoles, los norteamericanos y sus mercenarios no lo quieran ver.
Los "demócratas" del PP acostumbran a mirar para otro lado por obvios motivos cuando de Cuba revolucionaria se trata.
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