1. "Por supuesto que Yoani Sánchez, Oswaldo Payá o las Damas de Blanco quieren cambiar el sistema por otro que funcione mejor. ¿Cuál? El que le da sentido y forma a las 30 sociedades más ricas y felices del planeta. Quieren que Cuba se parezca a Holanda, a España, a Canadá, a Estados Unidos, incluso a Costa Rica o Chile ... Quieren que Cuba se asemeje a esos países en los que los cubanos desean vivir y hacia los que escapan cada vez que pueden."
Lo que esos mercenarios quieren --como quiere Montaner--, es instaurar el capitalismo en Cuba, el que le toca, que sería dependiente y pobre. Todos los pueblos latinoamericanos, asiáticos y africanos, que han adoptado el sistema capitalista con entusiasmo, quisieran ser parte del llamado Primer Mundo. Miles de mexicanos, centroamericanos y caribeños, emigran ilegalmente cada día hacia Estados Unidos. Miles cruzan el Mediterraneo en precarias balsas. Nadie "escapa" hacia el Sur capitalista. El problema es que la riqueza de esos 30 estados --entre los que no se incluye ni Costa Rica, ni Chile--, se sustenta en un sistema internacional de relaciones que presupone la permanencia del resto en la pobreza y la dependencia. Esto, sin discutir la viabilidad ecológica y socio-económica del capitalismo, actualmente en crisis.
2. "el pecado no está en que Estados Unidos intente subvertir el orden en Cuba, algo perfectamente predecible tratándose de un país enemigo al que el gobierno cubano ha tratado de perjudicar incesantemente desde 1959, lo que motivó, entre otras cosas, un embargo parcial que va a cumplir medio siglo"
Montaner piensa como yanqui, no como cubano. Acepta y justifica que Estados Unidos intente subvertir el orden en su país de origen, ya que no concuerda con su gobierno y lo considera "enemigo". Pero, ¿enemigo por qué? ¿acaso porque Cuba intenta subvertir el orden de Estados Unidos? No. Enemigo porque nacionalizó sus recursos e impide que las trasnacionales exploten su territorio. No hay embargo, hay bloqueo económico.
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