Los súper-disidentes.

Eduardo González

Sí, yo también creía que Supermán y los demás súper-héroes eran personajes de ficción; pero no, ¡son reales! Y, además, son disidentes en Cuba, y activistas anticastristas fuera del país.

Por ejemplo, el señor Fariñas, que ya cumplió más de cien días de huelga de hambre y sed, está fresco como una lechuga y dando declaraciones a la prensa sobre su propósito de establecer un récord imbatible de ¡doscientos días sin comer ni beber!

Ya usted sabe que un ser humano normal, como promedio, apenas sobrevive tres días sin tomar agua, en dependencia del clima —aquí hace un calor tremendo—. Y mucho antes pierde el habla, porque se le resecan las cuerdas vocales. De todos modos, no podría ofrecer declaraciones coherentes ni por señas, pues el cerebro también necesita irrigación.Sin comer, un humano normal puede vivir hasta 70 u 80 días, como máximo, aunque en un estado de deterioro total, en muchos aspectos, irreversible.

Ese señor no es el único súper-héroe disidente: recordemos a la súper-bloguera, hoy un poco olvidada por los grandes medios, quien es capaz de actualizar, muy frecuentemente, su página personal, en un montón de idiomas, a pesar de ser una pobre mujer sin recursos que afronta las duras prohibiciones y la férrea censura del Estado sobre Internet.

Ella, como todos los mutantes, trata de ocultar sus super poderes, pero se notan, digamos, cuando es capaz de identificar —con su visión de rayos X—, a los agentes secretos del Gobierno, en medio de la multitud que colma la Plaza de la Revolución; o cuando, tras una feroz golpiza propinada por esos agentes represivos, amanece sin el menor rasguño ni hematoma, ¡y con su cámara de video intacta!

El fenómeno de los súper-disidentes no es nuevo: ¿Recuerda usted al súper-poeta Valladares? Quedó totalmente inválido de sus piernas, por las malas condiciones carcelarias; salió de su celda en silla de ruedas, montó en el avión y, cuando aterrizó en España, ¡bajó la escalerilla con paso alegre y ligero!

Son muchos los casos, mas no puedo dejar de mencionar al súper-activista-anticastrista Luis Posada Carriles, quien no solo tiene el don de la ubicuidad, sino también puede atravesar las paredes.

No olvidemos cómo salió de una cárcel venezolana; cómo ha estado, al mismo tiempo, en varios países de Centroamérica y, más recientemente, de qué forma milagrosa embarcó en un yate en Cancún, puso rumbo a La Florida y, al instante, estaba a miles de kilómetros al oeste, traspasando el muro de acero de la frontera entre México y los Estados Unidos por la localidad tejana de El Paso.

Por suerte para los súper-disidentes, sus extraordinarias facultades no pasan inadvertidas para el Gobierno de los Estados Unidos, ni para un puñado de fundaciones con amplios recursos, que les otorgan sus mayores premios, dotados con jugosas cifras.

No dude usted que súper-Fariñas reciba algún importante premio, por establecer un insuperable récord de huelga de hambre y sed.

1 comentario:

Equipo de Bitácora (M-L) dijo...

Yo también hice mi entrada de los cien días de huelga de hambre y sed del personajillo, y la verdad es que es indignante que estos individuos y sus secuaces –los consorcios informativos-, quieran tomarnos el pelo… lo lamentable es que hay el que cae…

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