Cuba exige trato respetuoso para participación en Juegos Centroamericanos de Puerto Rico.

La dependencia de Puerto Rico en relación con la política yanqui, ha ocasionado grandes trastornos de todo tipo a las relaciones entre cubanos y boricuas.

Si Cuba participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Juan, 1966, fue por la decisión y voluntad de nuestro pueblo y gobierno y por el apoyo de los puertorriqueños.

También ellos apoyaron el justo derecho de los cubanos a intervenir en el primer Clásico beisbolero, y ahora, los organizadores de la cita regional del 2010 en Mayagüez, también tratan de lograr que Cuba pueda participar en esa cita, en igualdad de condiciones que el resto de los países.

Termina una visita a Cuba el vicepresidente del Comité Olímpico de Puerto Rico, Israel Roldán, miembro del Comité Organizador de Mayagüez 2010, quien reconoce como justa la posición de Cuba, que exige se le trate igual que a las demás naciones, según Radio Rebelde.

«La posición de Cuba, con relación a los juegos centroamericanos yo la entiendo. Cuba lo que está pidiendo es un trato igual con relación a los otros países en cuanto a todos los temas que tienen que ver con la logística de unos juegos», dijo.

«Cuba no está pidiendo un trato especial…suena sencillo, pero no es sencillo. Es sumamente complicado y tenemos una historia de experiencias con problemas en cuanto al mismo tema que nos llevan a tener un cuadro claro de lo difícil que será dar garantías», abundó.

«La participación de Cuba en los juegos es sumamente importante porque es una potencia mundial en el deporte, más aún en una cita como son los Juegos del área», concluyó el directivo.

El bloqueo imperante desde hace casi medio siglo, endurecido con la Ley Helms-Burton es la principal problemática que intentan superar los organizadores de la fiesta en el verano próximo.

Cuba mantendrá su justa y digna posición de exigir un trato respetuoso e igual a las demás naciones; mientras que los boricuas hacen un gran esfuerzo por resolver los problemas creados por la política de la metrópoli yanqui.

Una vez más la política norteamericana en su guerra no declarada contra Cuba.