Reinaldo Escobar señaló el 2008 como el año de Yoani. Yo diría que el 2008 fue el año de su falsedad y sublevación. El 2009 es el año de su afirmación y propaganda. Yoani Sánchez y su esposo, Reinaldo Escobar, no pueden estar una semana sin aparecer en los medios. Una vez más, el dúo dinámico, con la guía de sus amos de la CIA, diseñaron y organizaron un contraataque premeditado contra un grupo de estudiantes que celebraban la Feria Universitaria del Libro así como festividades relacionadas con la lectura.
Los jóvenes estudiantes copaban las calles mientras la música y la cultura se apoderaban del evento. Los medios mostraban el regocijo. Es decir, hasta que Escobar provocó a la multitud y saboteó el evento que había comenzado de forma pacífica.
Escobar observó el festival estratégicamente, esperando el momento oportuno para aparecer en los medios de comunicación y atraer la atención. Parece que a alguien no le gusta vivir bajo la sombra de su reconocida esposa, y sintió la necesidad de tener sus 15 minutos de fama. Llegó a afirmar que había sido golpeado.
Los cubanoamericanos claman que este acto de injusticia prueba que el régimen prohíbe la libertad de expresión y es intolerante. La palabra “repudio” sale a la luz. Pero observemos de cerca…
Según el Informe de Amnistía Internacional en 2006: Los “Actos de repudio” ocurren cuando un gran número de ciudadanos verbalmente abusan, intimidan, y en ocasiones agreden físicamente, o tiran piedras u otros objetos hacia casas de cubanos considerados contrarrevolucionarios.”
Dichos estudiantes no se reunían con el propósito de intimidar a nadie. Escobar hizo de sí un objetivo, al provocar a propósito a los estudiantes e interrumpir su evento, que ni siquiera era político. Sin embargo, la blogósfera de Miami siente la necesidad de torcer la verdad y esto provocó la atención mediática.
Ha llegado la hora de aislar los malos elementos que incitaron a este “acto de violencia” y sabotaje. La blogósfera de Miami proclamó la victoria por haber llamado la atención de los medios en su maquinaria de propaganda anticubana. La verdad es que los jóvenes que estuvieron ahí en la céntrica calle 23 en la Habana, estaban para disfrutar de la feria, la música, los artistas locales, y las ofertas de libros a precios módicos.
El esposo de Yoani Sánchez se paró firme ante la prensa extranjera, incitando a duelo al agente de seguridad que supuestamente había atacado a su esposa semanas atrás. Personalmente, no lo considero un “acto de repudio”. Claro, algunas personas no definen “repudio” de manera correcta.
Tomado de El Criticón Cubano
Traducción cortesía de Cambios en Cuba)
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