Mostrando seguridad en sí mismo, Manuel Zelaya maneja por su propia cuenta el vehículo que lo transporta a la frontera con Honduras, a donde intentará reingresar, según Notimex.
Zelaya emprendió la tarde de este jueves su viaje a la ciudad de Estelí, ubicada a unos 140 kilómetros al norte de Managua, y primera escala desde donde mañana viernes se dirigirá a uno de los puestos fronterizos con Honduras para intentar ingresar a su nación.
Constatan que Zelaya está al frente del volante de un jeep con matrícula hondureña y en el que lleva a un acompañante de honor: el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro.
922 kilómetros de frontera común, un presidente que intenta entrar al país después del golpe de estado y un gobierno de facto nervioso.
"Todos los plazos han terminado. A partir de este jueves intentaré entrar en Honduras" dijo Zelaya a elmundo.es nada más conocerse el fracaso del último intento del mediador Óscar Arias por encontrar una salida a la crisis que vive el país.
"Con las pistolas no se puede dialogar, nosotros cedimos en todo pero los golpistas se mantuvieron como lo que son, un grupo de fascistas intransigentes" comentó a este periódico desde Managua.
Poco antes de subirse al coche Zelaya, en compañía de Eden Pastora, el Comandante Cero del Frente Sandinista, numerosos periodistas y hondureños que lo siguen, recalcó que va desarmado, con bandera blanca y proclamando la reconciliación del pueblo hondureño. "Espero que los fusiles no atenten contra su pueblo señaló en referencia el Ejército".
Unas Fuerzas Armadas que advirtieron, en un comunicado de respuesta, no sólo que no se responsabilizan de la seguridad del depuesto mandatario, sino que la posibilidad de que sea atacado él o sus partidarios no viene a ser más que un "exclusivo propósito de constituirlos en mártires".
Según la agencia Xinhua, Zelaya recalcó que aceptó todas las treguas y los tiempos solicitados por el presidente costarricense Oscar Arias como mediador de la crisis, pero reiteró que el esfuerzo de mediación fracasó.
"Mi presencia en la frontera con Honduras para ver a mi familia es un derecho, mi presencia para abrazarme con los hondureños para decirles que hay que resistir, es un derecho", subrayó Zelaya Rosales antes de iniciar su marcha a las fronteras de Nicaragua con Honduras.
Zelaya confirmó que esta noche dormirá en Estelí, donde preparará los detalles para el regreso a Honduras el próximo viernes, presuntamente por el puesto fronterizo de Las Manos, unos 252 kilómetros al norte de Managua y unos 126 al sur de Tegucigalpa.
El mandatario hondureño aseguró que espera reunirse con su esposa e hijos mañana por la noche o, en todo caso, la mañana del sábado.
Reiteró que no tiene miedo por su vida, pero dijo que espera que los soldados del Ejército bajen sus armas cuando sepan que retorna el jefe supremo de la institución castrense.
El mandatario hondureño también está acompañaado por el célebre ex guerrillero sandinista Edén Pastora, conocido en Nicaragua como "comandante cero", famoso por su participación en una operación guerrillera para ocupar militarmente el Congreso de la dictadura militar somocista en 1978.
Pastora dijo que acompañará a Manuel Zelaya al borde fronterizo hasta donde le sea permitido, y explicó su apoyo a Zelaya Rosales como un gesto de solidaridad con quien está haciendo una revolución en libertad, democracia y pacíficamente.
"Nosotros queremos seguir haciendo revoluciones en paz, en libertad, en democracia; por eso venimos a acompañar al presidente Zelaya; estoy aquí como el hermano nicaragüense solidario con el sufrimiento de los hondureños, dijo Pastora.
Un grueso número de periodistas extranjeros y locales, fotógrafos y camarógrafos permanecían desde el mediodía de hoy frente a la sede de la embajada de Honduras en Managua, y forman parte de la caravana vehicular que acompaña a Zelaya en su retorno a Honduras.
El presidente hondureño confirmó que invitó a organismos civiles, a periodistas y a ciudadanos hondureños radicados en Nicaragua para acompañarlo en su marcha de regreso a Honduras.
Mientras tanto, se informó desde Tegucigalpa que varios miles de personas intentan acercarse a la frontera común con Nicaragua para esperar al mandatario de Honduras.
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