Francotiradores apostados este sábado en el aeropuerto de Tegucigalpa. Fueron denunciados como miembros del escuadrón Cobra, un grupo antisecuestro de las fuerzas especiales de la Policía hondureña.
La OEA ha aprobado suspender al gobierno de Honduras, en la última actividad diplomática que participó Zelaya antes de regresar hoy a Tegucigalpa. Allí el embajador de Nicaragua, Denis Moncada, hizo la siguiente denuncia:
Los usurpadores del gobierno de facto de Micheletti están preparando una emboscada tenebrosa, aprovechando el retorno del presidente Constitucional Manuel Zelaya, para asesinar a efectivos de la policía, simpatizantes del mandatario que lo esperen a su llegada o integrantes de la comitiva internacional, y provocar un baño de sangre que permita responsabilizar con supuestas "pruebas" a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El modo en que se han comportado los golpistas no permite descartar esta denuncia.
Este sábado, fecha inicial prevista para la llegada del Presidente al aeropuerto de la capital hondureña, se ha visto casi un ensayo de la marcha de acompañamiento al mandatario para restablecer el gobierno legítimamente electo.
Es incalculable el número de participantes, más que en días anteriores, y las cámaras dejaron constancia de los francotiradores apostados. La acusación del embajador nicaragüense, confirmada por el mandatario Daniel Ortega en Managua, tiene fundamento.
Zelaya ha responsabilizado a los traidores golpistas por cualquier hecho sangriento y su digna petición a los hondureños no deja dudas.
“¡O somos libres, o seremos esclavos en forma permanente si no tenemos el valor de defendernos! ¡No lleven armas!, ningún arma, practiquen lo que yo siempre he predicado: la no violencia, que ellos sean los que lleven la violencia, las armas y la represión. Y los hago responsables, a los golpistas, de cada vida, de cada persona, de cada integridad física y de la integridad del pueblo hondureño.”
Los golpistas aún están a tiempo de dar un servicio a su pueblo que no ha claudicado. De cualquier modo, por lo visto hasta hoy, la victoria es inequívoca.
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