Norelys Morales Aguilera
Las tres centrales sindicales de Honduras han convocado a un paro nacional el jueves y viernes próximo, como parte de la resistencia pacífica popular contra el golpe de Estado y demandar el regreso del presidente Manuel Zelaya, según se está informando desde Tegucigalpa, a pesar del cerco mediático impuesto por los golpistas.
La mayoría del pueblo hondureño en manifestaciones impensadas en un país tomado militarmente lleva más de 20 días movilizados, organizándose cada vez más, en resistencia, radicalizando sus demandas, denunciando las violaciones que se ejecutan en el toque de queda continuado que no han podido quitar si simbólicamente.
Hoy se sabe que Washington está detrás del atentado a la constitucionalidad, aunque continúan jugando la carta del engaño y declaraciones públicas supuestamente para separarse de los golpistas.
El usurpador Goriletti, según quedará bautizado para la historia, está en conversaciones con la Secretaria de Estado Hillary Clinton.
Ante el repudio mundial al gobierno de facto, públicamente los Estados Unidos no desean comprometerse con el golpe y a la vez evitar lo único que deben hacer: cesar su intervención, dejar de prestar apoyo militar a los golpistas y retirar de Honduras su fuerza de tarea.
Es otro engaño la declaración de la Clinton y lo expresado por Micheletti.
La jefa de la diplomacia yanqui, según dijo el lunes a periodistas el portavoz P.J. Crowley: " dejó en claro, por si el régimen de facto necesitaba que se lo recordara, que buscamos la restauración del orden democrático y constitucional, una resolución pacífica".
No mencionó el regreso de Zelaya, motivo de más para el envalentonamiento de los golpistas, evidencia de que siguen apostando a que Arias no medie, sino pacifique y le dé largas al asunto.
Hoy no está claro en papel que en la supuesta mediación va a desempeñar Panamá.
El vocero explicó que la Señora Secretaria de Estado "Le recordó –a Micheletti- las consecuencias para Honduras si ellos no aceptan los principios que el presidente Arias formuló, los cuales (tendrían) un impacto significativo en términos de asistencia y consecuencias (...) para la relación entre Honduras y Estados Unidos".
Estados Unidos puede declarar que suspende la ayuda al régimen de facto, porque ya esa ayuda está en suelo hondureño en la preparación, los arsenales, y la asistencia del ejército de Estados Unidos, a los militares hondureños y a los oligarcas que apoyan a los golpistas, desde que comenzaron a preparar la asonada.
No son atribuibles solo a prepotencia golpista las declaraciones de la «ministra» de Finanzas del régimen de facto, Gabriela Núñez, sobre que no habían recibido notificación de suspensión de entrega de fondos de parte de algún organismo internacional, con lo que puso en entredicho al Banco Interamericano de Desarrollo y al mismísimo Banco Mundial, entidades que anunciaron el congelamiento del dinero en rechazo al golpe.
La golpista fue enfática: «sigue procesándose» la Cuenta del Milenio: un programa que tiene por rector y sufragante a Estados Unidos.
Micheletti dijo sobre la conversación con la Clinton:
“Hablaba ayer con la señora Clinton y le pedí enviar a alguien de su confianza con quien pudiera tener un diálogo verdadero, a fin de que le comunique si es cierto que aquí hay muertos, presos, que se ultraja a niños y la dignidad del ser humano”.
Asimismo, la agencia ANSA reproduce la petición de Micheletti: "al mundo entero que por favor no acusen a Honduras de algo que no está sucediendo, siguen insistiendo los comisionados que mandan otros grupos que acá hay masacre, que aquí se está matando a la gente; al contrario, ha disminuido la cantidad de crímenes de los delincuentes, y aquí no hay persecución para nadie".
O sea, que el golpista piensa que la Secretaria de Estado debe buscar alguien creíble para justificar el golpe y las violaciones.
El régimen de facto en Honduras y sus aparatos represores continúan la política de detenciones ilegales. Más de mil 150 arrestos arbitrarios, cuatro asesinatos, y la persecución a representantes del movimiento social, ya han sido denunciadas.
Las fuerzas reunidas en el Frente de Resistencia reiteraron que también hay pruebas de los atentados a la libertad de expresión sufridos por 14 medios de comunicación, igual número de periodistas y cuatro organizaciones sociales.
La permanencia en el gobierno de Honduras del régimen de facto acaba de ser calificada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, como "una locura que puede costar caro" También dijo que “la dictadura pretende, a vista y paciencia de la gente, quedarse en el poder".
El problema de Washington hoy es que no puede respaldar públicamente al mentiroso de Micheletti, repudiado por los gobiernos y pueblos del mundo, pero tampoco quieren a Zelaya. Esto es lo que están barajando y envalentona a los golpistas para seguir usurpando el poder.
Honduras Zelaya golpe resistencia
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