Nuevas revelaciones sobre la utilización de jóvenes latinoamericanos en un proyecto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) confirman la vigencia de la estrategia de Washington por subvertir el orden social en Cuba.
La Usaid -señalada por ser una tapadera de la CIA- se reitera en estos planes, ahora con el envío de jóvenes de América Latina incluidos en una operación clandestina que bajo fachada humanitaria trató de impulsar "cambios políticos" en la isla.
Así lo sacó a flote la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP), la misma que en abril destapó los detalles sobre un Twitter cubano, conocido como ZunZuneo, con similares fines.
La Usaid y su contratista, Creative Associates International, embarcaron en la aventura en octubre de 2009 a venezolanos, costarricenses y peruanos con la esperanza de poner en marcha una rebelión.
Por supuesto, los jóvenes trabajarían de forma encubierta, haciéndose pasar en ocasiones por turistas que en su recorrido por el país contactarían a personas que les sirvieran como supuestos activistas políticos.
Y tenían que comunicarse usando un lenguaje cifrado, por ejemplo "tengo dolor de cabeza" significaba sospechas de que eran vigilados por las autoridades cubanas o "su hermana está enferma" era una orden para salir del país de manera rápida.
Incluso, argumenta la fuente, en un caso formaron un taller de prevención del VIH que en las notas llaman "la excusa perfecta" para los objetivos del programa; también se concentraron en muchachos que tuviesen inquietudes artísticas y en universidades cubanas.
La investigación de la AP, basada en documentos y entevistas en varios lugares del mundo, encontró que los esfuerzos estuvieron llenos de incompetencia y de riesgos y que las autoridades de la isla pusieron en duda quién estaría aportando los fondos.
Curiosamente, la Usaid y Creative Associates International siguieron el programa, aunque funcionarios norteamericanos advirtieron en privado que consideraran la suspensión de esas visitas a Cuba tras ser descubierto y detenido en La Habana uno de sus contratistas: Alan Gross, condenado por probados delitos contra la seguridad del Estado cubano.
La AP asegura asimismo, que el tema de los jóvenes viajeros hacia la nación caribeña entró en vigor poco después de asumir el poder Barack Obama, quien en un momento habló de un "nuevo comienzo" con Cuba.
Algunos observadores coinciden en que pese a ese llamado a un "nuevo comienzo" la política de Washington no ha sido coherente.
Durante la actual administración demócrata se intensificado el bloqueo, una herramienta que ha sido permanente de 11 gobiernos de la Casa Blanca en su política hacia Cuba, y su aplicación rigurosa enfatiza en la persecución de las transacciones comerciales y especialmente las financieras como mecanismo de presión.
Además, continúan erogándose miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses para financiar proyectos contra la nación antillana llámense ZunZuneo, Piramideo o programa de viajeros, todos enfocados en una vieja estrategia de subversión que solo muta en formas en el intento por lograr sus fines./PL
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