Raúl dijo saber por experiencia propia, quiénes están detrás, financian y apoyan esas brutales acciones para derrocar al gobierno constitucional venezolano, que han sido condenadas enérgicamente por Cuba y otros países de la región, especialmente.
“Estos hechos confirman – dijo el mandatario – que dondequiera que haya un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos del poder en Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos se convierte en blanco de las campañas subversivas.”
Pero, la Circular de Entrenamiento de “La Guerra no Convencional” en verdad asombra por su cinismo y perversidad sin recato alguno. El documento sintetiza las experiencias militares de Estados Unidos y cita a países donde aplicó “operaciones con un mínimo de participación para presionar a un adversario”: los Estados bálticos (Estonia, Lituania y Letonia), Guatemala, Albania, Tíbet, Indonesia, Cuba, Norte de Vietnam, Afganistán, Nicaragua.
Fundaciones, financiamientos, equipamientos, adiestramientos, mercenarios, manipulación; y mucha persuasión a través de los medios de comunicación, son algunas de las técnicas utilizadas por el Departamento de Estado, para socavar las bases de los gobiernos legítimos del mundo que no se arrodillan ante los designios del quizás, más cruel, imperio de todos los tiempos de la humanidad, escribió el Dr. Christof Lehmann cuando analizó y comprobó la aplicación de estas técnicas en Siria, cuyo conflicto está en curso.
La guerra encubierta o no convencional por parte del Imperio conjuga una red de think tanks, fundaciones, fondos, y demás organizaciones que están detrás de la desestabilización abierta de naciones soberanas.
Sus narrativas en las políticas públicas o para el consumo público son engañosas y persuasivas. Su función es cooptar a los pensadores progresistas, medios de comunicación y activistas. El producto es casi invariablemente un post-moderno golpe de Estado.
La participación de organizaciones de derechos humanos y las Naciones Unidas son claves. Las tácticas pueden ser sutiles, a veces tanto, que son difíciles de comprender. Sin embargo, por sutiles que sean, el mensaje dirigido por el gobierno por Estados Unidos es, invariablemente: "irse o desaparecer".
Lo dicho no puede ser más coincidente con el caso venezolano donde también los analistas y dirigentes bolivarianos están señalando la ejecución de un 'soft coup' o ‘golpe de Estado suave’, recetas salidas de los laboratorios de la guerra de Estados Unidos, cuyas etapas incluyen acciones que recorren la Circular de la Guerra no Convencional.
Está documentado que organizaciones como la USAID, la Fundación Nacional para la Democracia y la CIA operan desde hace mucho tiempo arropando económicamente a la oposición venezolana para una campaña de desgaste al gobierno legítimo de Venezuela liderado por Hugo Chávez o por Nicolás Maduro hoy.
WikiLeaks destapó la evidencia de, que hubo un apoyo progresivo desde 2005 a pequeños sectores de la juventud venezolana. Así mismo, hay constancia de un apoyo económico en millones de dólares a distintas `organizaciones mampara y soporte programático a los grupos juveniles para la insurgencia entre 2010 y 2012.
A nadie puede escapar la rapacidad de EE.UU. sobre el petróleo fiable y barato procedente de Venezuela desde donde el crudo tarda unos cuatro a cinco días en llegar a las refinerías estadounidenses, a diferencia del procedente del Medio Oriente, aquejado por inestabilidades en las cuales Washington también tiene responsabilidad. Así como la manifiesta incomodidad con Caracas al ejercitar su soberanía y ser inspiración para Latinoamérica y el Caribe.
Las declaraciones de Barack Obama, Jonh Kerry, Jonh McCain y otros del gobierno u organizaciones de la ultraderecha tensan el clima de la guerra psicológica y mediática que son corolario o están explícitamente referidas en la Circular de la Guerra no Convencional.
Un poder excesivo sobre los medios internacionales en franca guerra comunicacional conducen a una prensa sumamente favorable a la derecha fascista, dando la imagen de unos “muchachos” que demandan un futuro mejor, con todas las connotaciones positivas que implica la juventud: rebeldía, libertad, fe, generosidad… mientras, las fuerzas policiales represoras al mando de un Ejecutivo, el chavista, es satanizado hasta un punto grotesco, relata Público.es, silenciando intencionadamente a los grupos violentos entrenados en Colombia y México. Todo combinado a una articulación con las redes sociales también a favor de las protestas violentas y desproporcionadas.
Pero, volviendo al contenido explícito de las instrucciones militares norteamericanas, sin olvidar que el Comando Sur asecha con 77 bases castrenses ofendiendo la integridad regional. Se trata, a no dudar, de una guía paso a paso hacia una subversión e instruye en cómo crear, manipular, cooptar y hacer uso de la población de los países y las personas con especial interés en el interior, así como los expatriados y las organizaciones, tanto dentro como fuera del país en cuestión.
A partir de la manipulación de la disidencia en las manifestaciones, la polarización de la población, los disturbios y las insurgencias armadas que requieren la acción de las fuerzas de seguridad, y la guerra psicológica a través de los medios de comunicación, , está plasmada una secuencia lógica, para una guerra a gran escala, basada en supuestos principios humanitarios y el pretexto de llevar la democracia y la libertad.
Ello queda evidenciado al definir la UW (Guerra no Convencional) como las actividades llevadas a cabo para permitir un movimiento de resistencia o insurgencia para coaccionar, perturbar o derrocar un gobierno o potencia ocupante al operar a través o con una fuerza subterránea, auxiliar y de guerrilla en una zona inaccesible. Asimismo, se constata en las siete fases combinadas dirigidas a agencias del gobierno de EE.UU. y sus contratistas.
Figure 3-1. Unconventional warfare elements |
Las acciones se dirigen a debilitar y subvertir la "voluntad de la población", o a cómo identificar el activismo del gobierno a favor y en contra, desacreditar, debilitar, provocar y asesinar a las fuerzas pro-gubernamentales, y fortalecer las fuerzas contra el gobierno mediante la capacitación, organización, financiamiento, armamento y si es necesario, el apoyo militar directo en forma de unidades de operaciones especiales en el terreno. También queda explicado cómo un país poco a poco puede ser manipulado en una subversión con éxito, o posterior golpe de Estado.
La hojeada a la Circular 18-01 del ejército de los Estados Unidos nos pone en el escenario que este 20 de febrero cuando el presidente Nicolás Maduro dijo: “Estamos frente a un golpe de Estado continuado desatado contra Venezuela”, concluyendo el día 22 que recientes declaraciones del Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ratifican las pretensiones injerencistas de parte del gobierno norteamericano en los asuntos internos de Venezuela.
El vademécum militar estadounidense, confirma lo enunciado por Raúl: “Ahora usan nuevos métodos de desgaste más sutiles y enmascarados, sin renunciar a la violencia, para quebrar la paz y el orden interno e impedir a los gobiernos concentrarse en la lucha por el desarrollo económico y social, si no logran derribarlos.”
La invitación de Raúl Castro, un conocedor del arte y la estrategia de la defensa del pueblo cubano y sus fuerzas armadas frente al poderío descomunal del imperio estadounidense, es un ejerció que ningún revolucionario latinoamericano debiera postergar. Y, menos cuando se trata de una amenaza tan real contra Venezuela que es contra toda América Latina y el Caribe.|Publicado en Cubahora.cu
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