El Tribunal Municipal de 10 de Octubre, celebró ayer la vista oral en contra de los elementos antisociales Luis Enrique Labrador Díaz, Walfrido Rodríguez Piloto Barceló y Yordani Martínez Carvajal por los delitos de resistencia, desacato y desorden público.
Al comprobarse su autoría en el hecho de esparcir octavillas contrarrevolucionarias -durante el mes de enero de este año, en los municipios de Plaza de la Revolución y Cerro-, el tribunal acordó sancionar a 5 años de privación de libertad a Luis Enrique Labrador Díaz, Walfrido Rodríguez Piloto, David Piloto Barceló y a 3 años a Yordani Martínez Carvajal.
Según fuentes consultadas por Cambios en Cuba, weblog del periodista M.H. Lagarde, los sancionados, con edades comprendidas entre los 24 a 42 años, cuentan con amplios antecedentes delictivos. Luis Enrique Labrador Díaz fue procesado en 3 ocasiones por robo con violencia; Walfrido Rodríguez Piloto es un ex interno por robo con fuerza, tenencia ilegal de arma de fuego, riña tumultuaria, evasión de presos y desacato; David Piloto Barceló fue sancionado con anterioridad a 9 años por robo con violencia y Yordani Martínez Carvajal fue procesado por tenencia ilegal de arma blanca.
Durante el juicio, elementos contrarrevolucionarios al servicio del gobierno norteamericano y la SINA, se presentaron en las afueras del tribunal y profirieron ofensas contra los integrantes de esa instancia, provocación que fue rechazada por la enérgica respuesta de los vecinos de Santos Suárez.
Por lo visto, los llamados defensores de los “Derechos Humanos”, como es el caso de Elizardo Sánchez Santa Cruz y Laura Pollán, luego de quedarse sin argumentos tras la reciente liberación por parte del gobierno cubano de 104 internos que cumplían sanciones por realizar actividades al servicio de EE.UU., han abrazado ahora la causa de defender a delincuentes comunes para alimentar las campañas mediáticas de satanización de la Revolución Cubana.
La SINA continúa funcionando como una verdadera Agencia de Pasajes, para aquellos que logren acumular méritos en “provocaciones contra el régimen” -léase vulgares delincuentes que no encuentran otra salida que acogerse al programa de refugiados y emigrar a los Estados Unidos.
Las costuras de éste sucio juego son tan visibles que hasta los familiares de los acusados, indignados, increparon a la salida del tribunal a los llamados “defensores” de la verdad. En declaraciones realizadas a este blog, Julio Martínez Acosta, padre de Yordani Martínez, se supo que se dirigió a Elizardo Sánchez cuando posaba para las cámaras de la prensa extranjera y lo acusó de manipulador, vago y mercenario y de ser el responsable de la situación de su hijo. De igual forma, Arturo Abreu Pruna, padrastro de Luis Enrique Labrador Díaz, increpó a Laura Pollán, a la que calificó de pordiosera que se dedica a mendigar el dinero de los americanos.
Como ya hemos dicho anteriormente -los mercenarios, última versión del anexionismo cubano-, intentan hacerle el juego al imperialismo en su afán de crear situaciones que sirvan de pretexto para desatar una agresión militar contra nuestro país.
En Libia, los bombardeos de la OTAN arrebatan diariamente la vida a mujeres y niños inocentes mientras los llamados “activistas de los derechos humanos en Cuba” guardan un silencio cómplice ante la barbarie. Bastaría recordarles que las bombas no tienen nombres.
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