Cuba: Estados Unidos sopla las mismas trompetas.

Norelys Morales Aguilera

El día 12 de junio se daba a conocer que según UNICEF Cuba es el país latinoamericano con mejor calidad para la infancia. José Juan Ortiz, representante de esa agencia de la ONU informó que en el planeta, millones de menores sufren la falta de escolarización y de vacunación contra enfermedades prevenibles, además de ser víctimas de explotación laboral y sexual en las redes internacionales de prostitución, mientras ninguno es cubano.

Tres días después Departamento de Estado ha afirmado que las autoridades cubanas no hacen nada, o muy poco, para impedir el tráfico de personas y la prostitución de menores, afirmando que ``Cuba es principalmente una fuente de niños sujetos al tráfico de personas, específicamente la explotación comercial en el país'', indicó un informe de esa dependencia.

Las autoridades estadounidenses no citaron ejemplos específicos sobre el papel de Cuba en el tráfico de personas.

La cancillería cubana reaccionó inmediatamente a través de Josefina Vidal Ferreiro, directora de América del Norte de Ministerio de Relaciones Exteriores, rechazando categóricamente, “por falsas e irrespetuosas, las alegaciones del informe del Departamento de Estado sobre la trata de personas y la inverosímil inclusión de Cuba en la peor de sus categorías.”

Esto sólo puede explicarse, señala la nota, “por la desesperada necesidad que tiene el Gobierno de EE.UU. de justificar, con cualquier pretexto, la persistencia de su cruel política de bloqueo, rechazada abrumadoramente por la comunidad internacional.”

Es relevante que Washington evaluó a Cuba como “país enemigo” para que el presidente Barack Obama pudiera ratificar la “Ley del Embargo” en 2009 con la que sostiene su guerra económica contra la Isla. Asimismo, “país terrorista”, “violador de los derechos humanos” y otras categorías no faltan en las evaluaciones que Estados Unidos se atribuye.

El lunes 14 de junio, el vocero del Departamento de Estado P.J. Crowley, exigió a la isla la liberación de presos políticos y saludó las gestiones de la iglesia católica que logró la excarcelación de uno de ellos.

Tales exigencias de Washington no son novedad, solo que esta vez las autoridades de La Habana y la Iglesia católica se hallan en un diálogo serio y maduro, que ha excluido a la Unión Europea que mantiene la discriminatoria “posición común” desde 1996, y a los Estados Unidos con sus mercenarios, con lo que todas las pretensiones injerencistas quedaron fuera de lugar dando la Isla prueba de su independencia.

"Cuba no reconoce autoridad alguna al Departamento de Estado y a su vocero para emitir juicios sobre temas internos", dijo Josefina Vidal a la corresponsal de AP en La Habana Andrea Elizondo. "Rechazamos las declaraciones del portavoz... sobre decisiones que sólo competen al gobierno de Cuba", agregó la funcionaria.

"Estados Unidos comete actos de tortura, tiene un centro de detención ilegal en Guantánamo -oriente de Cuba donde funciona una base militar norteamericana- mantiene presos políticos en sus cárceles como el caso de los cinco cubanos antiterroristas", dijo Vidal.

Según la funcionaria, además, en Estados Unidos se siguen "patrones diferenciados" hacia los reclusos "a quienes se discrimina por su origen racial o nacional". "Por tanto (Estados Unidos) no tiene moral para dar lecciones a nadie".

El próximo viernes 18 se efectuará, esta vez en EEUU, una nueva ronda de negociaciones sobre temas migratorios entre Cuba y Estados Unidos.

Ahora queda de parte de Estados Unidos demostrar si respetará la buena voluntad de la Isla o continúa con la práctica de aparentar un diálogo cuando en realidad prefiere contratar mercenarios y soplar las mismas trompetas de la discordia y el enfrentamiento. (Colaboración para Cubahora.cu)