Jorge Altamira
Blog Islamía - De todos los gobiernos de Europa, el más débil es el español. En primer lugar, porque la bancarrota capitalista se manifiesta allí con mayor intensidad. La deuda pública ha crecido una enormidad en sólo un año, esto como consecuencia de la recesión y de las operaciones de rescate capitalista a cargo del Estado. Más grave es aun la deuda externa: según el FMI es de 2,5 billones de dólares y según el Banco de España es de 1,7 billones de euros. El PBI ha caído a 990.000 millones como consecuencia de la crisis y de la devaluación del euro.
La deuda externa es principalmente privada, pues se encuentra en alrededor del 200% del PBI – unos dos y medio de billones de dólares, a lo que se suma un continuo déficit del balance de pagos, que no tiene financiación. La alienación del gobierno ‘socialista’ respecto a las masas, por un lado, y a la burguesía, por el otro, es completa. Es que además de una desocupación que se empina al 25% de la población activa, Zapatero se ha tenido que desdecir de todos los compromisos que asumió en cuanto a no aplicar un plan de ajuste. Lo hizo cambiar el rebenque de los bancos alemanes, que temen irse a pique con un ‘default’ español; a España la gobierna Frankfurt, no Madrid, o el FMI, o sea Nueva York, que presiona a Zapatero para que el ‘ajuste’ se haga sin concesiones.
Se aflojó la cuerda
Los capitalistas, por su lado, le han estado reprochando a Zapatero que no haya desarrollado una reforma laboral en perjuicio de los asalariados con contrato indefinido, que facilite los despidos y rebaje su costo, y que además reduzca en forma drástica las contribuciones patronales a la seguridad social. El conflicto de la burguesía con el gobierno se ha manifestado en todos los planos: los imparables ataques del clero, bajo el pretexto de la lucha contra la laicidad jurídica, y la ofensiva contra el juez Garzón para impedir el esclarecimiento de los crímenes del franquismo son parte de este proceso.
Zapatero ha comprendido que se ha quedado sin piso político para pilotear la crisis, por eso se ha apresurado a acatar las órdenes que le han impartido desde Alemania y el FMI. Esta falta de ‘pinet’ para gobernar se hizo patente cuando reculó en cuatro patas del anuncio de que iba a gravar a los grandes capitales para financiar una módica parte de la crisis.
Zapatero desairó con su recule a todo el gabinete, que sin embargo hizo mutis por el foro cuando su jefe pegó el esquinazo, porque la burocracia del PSOE teme ser barrida con la expulsión de su jefe del gobierno. Nada de esto, sin embargo, aflojó la presión del capital financiero sobre Zapatero: a pesar del paquete de rescate anunciado por la Comisión Europea, por 750 mil millones de euros, el Estado español tuvo que pagar tasas de usura para renovar la deuda pública (más de 500 puntos por encima de la tasa alemana); es una evidencia de su agotamiento ante los llamados ‘mercados internacionales’.
Otro síntoma de su debilidad irreversible es que Zapatero está presionando ahora a ‘las partes sociales’ para que sean ellas las que acuerden y pongan el sello de la colaboración de clases con el ajuste. Pero no logrará – ni con la burocracia sindical entreguista, que pierde margen de maniobra frente a los comités obreros de empresa, ni con la burguesía, que va por todo. El ala de las multinacionales que lo apoya (Telefónica, BBVA), no cree en ningún acuerdo y sólo espera que Zapatero imponga el ajuste por decreto tal como lo pide el FMI, descontando el fracaso de la tentativa de ‘pacto social’. VER MÁS
Para olvidarse de la crisis y reirse un rato con ZP y Rajoy :)
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