Norelys Morales Aguilera.─ Como en el Juego del Calamar la "exitosa" entrega de Netflix, la manipulación de Yunior García Aguilera, sus voceros, su proyecto Archipiélago y sus mentores, se veía venir. Mentira decían a cada prueba o desacuerdo con una supuesta marcha pacífica.
García Aguilera no aporta un programa, lo que hace de su propuesta es desorden y caos dadas sus vagas exigencias de "libertad" y "cambio" y hagamos la pregunta sensata: ¿para qué? Hoy se sabe de primera mano.
“Yunior está buscando la confrontación con las fuerzas armadas, con el MININT”, lo ha dicho el agente de la Seguridad del Estado de Cuba, Fernando, quien participó junto a Yunior García Aguilera en un taller sobre “El papel de las fuerzas armadas en un proceso de transición”, auspiciado por la universidad norteamericana Saint Louis, en su filial en Madrid.
Fernando, el doctor Carlos Leonardo Vázquez González, especialista en primer grado en medicina general integral y especialista en Oncología quien fue durante 25 años ojos y oídos de la nación: “soy un cubano, un revolucionario, un martiano, y lo más grande un fidelista. Estoy sentado hoy para hacer esta denuncia pública al pueblo de Cuba para que no se dejen engañar de líderes creados por manuales, porque Cuba nunca será intervenida por el gran enemigo del norte”.
Vázquez González estuvo frente a la perfidia yanqui: Junior “Está convocando a una marcha que dice él que es pacífica, pero él sabe que no lo es. Porque en el taller paramilitar donde participamos estaban dos generales..." ¿pacifista, no?
Los otros datos que confirma el video presentado por la televisión cubana este 1 de noviembre son contundentes. Dirán que es mentira y propaganda los medios dependientes de Estados Unidos, los congresistas mafiosos que se mal llaman cubanos en Estados Unidos, la derecha internacional y los trolls de las redes, entre otros, pero para los cubanos de buena voluntad la verdad es irrebatible.
A esta Isla le salen los héroes como de debajo de las piedras. Hay razones: su moral y el sagrado templo de la Patria, que no puede caer de rodillas al imperio que la codicia, agrede y desprecia.
Con toda su convicción Carlos Leonardo Vázquez González, otro héroe declara a su pueblo su irredenta voluntad. Y lo mejor, y la mala noticia para el mal vecino que gasta sus millones en el intento fallido de derribar a la Revolución de todo un pueblo, es que hay muchos más dispuestos a cualquier hora y en cualquier lugar.
Así es el individuo del socialismo, en fin el hombre nuevo que desvelaba a Ernesto Guevara y que se consumó en la obra de Fidel Castro, quien el primero de mayo del 2003, apuntó en el acto masivo celebrado en la Plaza de la Revolución: “Nos acompaña la convicción más profunda de que las ideas pueden más que las armas…”
En fin de cuentas, Junior y sus seguidores, están condenados al fracaso, aunque estén de lado de las armas y las municiones ideológicas del Juego del Calamar.
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