M. H. Lagarde.─ El mentiroso senador republicano Marco Rubio, el mismo que durante la pasada campaña electoral en ese país, se ocupó de difundir el bulo de que Joe Biden era un comunista, anda ahora al borde de un ataque de nervios.
¿La razón de su desespero? El rotundo fracaso que ha tenido el intento, organizado por él y demás acólitos de la mafia anticubana de Miami, de reeditar una rebelión, al estilo de la Primavera Árabe, en Cuba.
Ante el evidente chasco, el senador trumpista, ha optado entonces por recurrir a la fase que en estos casos aconsejan los manuales de los llamados golpes blandos, la que los victimarios se convierten en víctimas.
Para ello ha recurrido al muro de los lamentos de Twitter, y en un video se rasga las vestiduras e intenta mantener, con las mentiras que corresponden a esta etapa del plan, la campaña mediática contra la Isla.
Según dice el principal diseñador de las 243 medidas implementadas para agravar el bloqueo contra Cuba durante el anterior mandato y que, aún en medio de la pandemia continúan vigente: “estamos viendo personas abusadas, atacadas, asesinadas, encarceladas, desaparecidas, imágenes que están saliendo de toda Cuba con todo eso y, encima, les han cortado la electricidad, el agua, les han quitado la comida, han entrado a las casas y han sacado niños y les han dicho: ‘tienen que coger este palo y entrarle a golpes a personas de aquí, de su propio pueblo’ […] para poder reprimir…”
“Pensar que esto se va a quedar así”, añadió, “que nada va a pasar, que no va a haber una acción sobre eso, hay que entender la ansiedad que existe sobre eso, porque yo la comparto”, y agrega: “Aquí, lo que tiene que pasar es que el presidente Biden tiene que tomar esto en serio".
Y al parecer, es tan grande el miedo al ridículo que le provoca el fracaso que está dispuesto, si de acabar con la Revolución cubana se trata, hasta pactar con los "comunistas" del partido demócrata: "Yo quiero que esto sea un tema bipartidista; esto no tiene que ser un tema Republicano ni Demócrata, esto debe ser un tema en el que nos unimos todos y actuar sobre eso”.
Según él le ha pedido al presidente Biden convocar a las Naciones Unidas, a la OEA, a todos esos países de la comunidad internacional y decirles que en Cuba, a solo 90 millas de Estados Unidos, ocurre una masacre, una matanza.
Sobre estas absurdas propuestas valdría preguntarle al senador desde cuándo a Estados Unidos le importa lo que dice la ONU. Si así fuera, habría escuchado el reclamo casi unánime del mundo que, durante décadas, ha votado en la Asamblea General en contra del bloqueo que durante más de sesenta años ese país mantiene sobre Cuba. La última votación, por cierto, ocurrió el pasado 23 de junio.
En cuanto a convocar a la OEA significaría casi lo mismo que si convocara al alcalde de Miami: nunca esa organización ha tenido una posición más genuflexa ante los designios de Washington y para nadie es un secreto que su secretario general, el traidor Luis Almagro, aliado, ferviente y sirviente de la mafia anticubana de Miami, fue reelecto gracias a las presiones "diplomáticas" realizadas por el ex secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo.
Para el senador republicano la posición de Biden ha sido demasiado débil porque se demoró casi 24 horas para expresarse sobre los disturbios en Cuba por lo que se hace necesario una respuesta fuerte.
¿Pedirá Marco Rubio más sanciones contra el pueblo de Cuba?
Hace solo unos días, a propósito de que grupo de anexionistas de Miami acudió ante la sede del Comando Sur para pedir una intervención militar en Cuba, el senador declaró que: "Aunque eso es lo que él quiere, no habría intervención militar en Cuba". ¿Tras el fiasco evidente de la “primavera” cubana habrá cambiado de opinión?
En ese caso, entonces sí podrá hablar con propiedad sobre masacres y matanzas como las provocadas por Estados Unidos en países como Yugoslavia, Irak, Libia y Siria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será publicado tras la aprobación. Gracias.