Alcántara solo es una más de las tantas construcciones mediáticas de “víctimas” de una inexistente represión del gobierno cubano contra los que según ellos, “piensan diferente”.
La fauna mercenaria y anexionista interna y externa no puede tener otro tipo de “paradigma”.
Ninguna persona con decoro, se prestaría a servir de instrumento contra su patria, ni se vincularía a elementos en los que, la falta de principios éticos, la ausencia de valores patrios, desmedida ambición por el dinero y otras execrables “virtudes”, constituyen sus principales rasgos distintivos. Esos que los convierten de acuerdo a los “parámetros” que exige nuestro enemigo principal (EE.UU) en idóneos para utilizarlos de herramientas en su actividad contra Cuba.
Sería ingenuo pensar que estos elementos y quienes los defienden actúan de manera independiente o guiados por ideas propias. Los recursos monetarios que se invierten, la articulación de las acciones y los argumentos coincidentes con el discurso y el interés enemigo que esgrimen, delatan la presencia del titiritero tras el telón del escenario virtual que montan para la ocasión.
El amo tiene iguales o peores carencias que sus súbditos, mejor al revés, ellos se parecen a su patrono.
Es de ese repulsivo ambiente del que surge y en el que se mueve Luis Manuel Otero Alcántara, para el cual sus similares reclaman sea puesto en libertad. En realidad lo que pretenden y exigen es impunidad para sus crímenes.
Con esa pretensión y como parte del show que se han montado, un “selecto” grupo de mercenarios a sueldo del imperio ha elaborado una carta apócrifa dirigida al presidente cubano. La infamia que encierra resulta inocultable.
Los de la epístola actúan como “abogados de oficio”. Pero en realidad son marionetas pagadas por el imperio.
Su carta es un monumento al cinismo y la incoherencia. Se comportan como abogados defensores, al mismo tiempo que se niegan a declarar en contra de su defendido y para rematar lo absuelven. Al parecer alguien hizo mal la traducción del inglés al español de la carta y ellos la firmaron sin leerla, tan acostumbrados están a obedecer , se sabe a quiénes. Movería a risa tanta estupidez si no se estuviera hablando de cosas tan serias.
Le restan gravedad a los ultrajes a la bandera realizados por Alcántara. Como mercenarios de la misma ralea que su defendido, se niegan a reconocer el insulto.
No debe extrañar que procedan de esa manera, entre los que rubrican la misiva está Ana Olema Hernández Matamoros, la que envió dinero a Cuba para que dos infames profanaran bustos de José Martí, actos que despertaron la repulsa del pueblo cubano. Amiga de Otero Alcántara. La falta de sentimientos patrios y de dignidad los une.
No honran la bandera porque honrarla es la mejor garantía de preservar la identidad, la cultura, los valores y la espiritualidad de los cubanos, y eso a ellos no les importa, más bien desean destruir esas cosas tan sagradas para los verdaderos patriotas.
Imágenes de la afrenta:
Afirman que, las autoridades cubanas quieren sofocar el espíritu creativo del apostata para apagar su arte, aseveran que este es su único delito. Cuanto cinismo.
La creatividad que no existe, la obra que jamás fue creada y el talento ausente, no pueden ser erigidos artificialmente, por mucho que se empeñen en lograrlo la maquinaria mediática del imperio y su escudería contrarrevolucionaria. La verdad siempre sale victoriosa ante la mentira.
Su “artista” con su conducta los desmiente, las imágenes de sus infames ofensas a la bandera, resultan más que suficientes para que, un observador imparcial se percate de la calaña de quien estamos hablando.
Apretada síntesis de su “currículo” al servicio del imperio
Recordemos su campaña difamatoria contra dirigentes del país en el marco del proceso electoral cubano 2018, sus tergiversaciones de la figura y la obra de Fidel, sus irrespetos al líder de la Revolución cubana, las vulgares acciones contrarrevolucionarias realizadas en la vía publica disfrazas de performances, contentivas entre otras calumnias de insultantes acusaciones a la dirección del país de supuesto olvido de nuestros héroes y de la historia nacional.
Otras actividades no menos censurables han sido, la provocación orquestada con la convocatoria al proyecto subversivo “00 Bienal Alternativa de la Habana”, con la que pretendió aprovechar la suspensión de la Bienal de 2018, debido a las consecuencias del paso del huracán Irma, para intentar desarrollar sus infames propósitos contrarrevolucionarios.
Asimismo cumpliendo órdenes de la mafia anexionista de Miami promovió y desarrolló acciones dirigidas a sabotear la puesta en vigor del Decreto 349 del Ministerio de Cultura.
Una de sus “obras”:
El proyecto subversivo “Museo de la Disidencia en Cuba” del que es la cabeza visible, es uno de los “frutos” más “notables” de su “talento” mercenario. En esencia un despropósito contrarrevolucionario y ofensivo contra nuestros próceres y mártires, a los que compara con apátridas como Oswaldo Payá.
Respecto a ese engendro el periodista cubano R. Miguel Torres en su artículo “El museo del sinsentido” publicado en el sitio La Jiribilla se preguntaba, ¿…cómo es posible que se hable de disidencia, se declare un superobjetivo creativo y no se presente ni una solo idea propia? No hace falta que sea válida o no, ¿pero ni una sola idea? (…) ¿dónde están las ideas “disentidoras”, o las “disentidas”? (…) ¿Qué aporta? ¿Acaso lo que se disienten no son las ideas? ¿O son las personas?
Más adelante al referirse a la falacia de su declaración como un espacio que promueve la multiplicidad de criterios, Torres señalaba, “…solo se promueven otros tres medios con políticas informativas similares: 14 y medio, Cubanet y Diario de Cuba”.
Medios de reputación contrarrevolucionaria inmaculada. No es necesario agregar nada más.
En conclusión defendido, defensores y su creación el “Museo de la disidencia (ignominia)”, si de algo disienten y se apartan es de la ética, el patriotismo, la verdad y la bandera.
Como mercenarios no pueden tener de bandera una que, como expresara Bonifacio Byrne, jamás ha sido mercenaria.
Por cada apátrida que firmó la esquela de la desvergüenza, hay miles de cubanos que suman millones dispuestos a respaldar la decisión de nuestras autoridades judiciales que, sabemos será justa y apegada a derecho.
En Cuba manda el pueblo, no despreciables instrumentos de su enemigo.
https://postcuba.org/el-nuevo-heroe-de-la-contrarrevolucion-y-sus-autoproclamados-abogados-de-oficio/#.Xma77KhKjIV
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será publicado tras la aprobación. Gracias.