Lo que quiere Trump de Cuba de cara a una reelección [+ infografía]

Norelys Morales Aguilera.─ Pocas veces se vio a un presidente de Estados Unidos trabajar más para su reelección desde que puso un pie en la Casa Blanca, como Donald Trump. Con ese propósito su cuenta en Twitter es un real estercolero en pos de conquistar al núcleo duro de sus votantes con  racismo, machismo, poses anti-inmigrantes y otras pestes morales. Junto a los halcones que le secundan rebosan doctrina Monroe y macartismo. 

Con Cuba la ecuación se reduce a: todo para un cambio de régimen. Desde que Trump diseñó su "nueva política" hacia la Isla, el primer paso fue revertir los discretos avances de la Administración Obama, hacia un proceso de normalización de las relaciones bilaterales. Luego vinieron las mentiras como pretextos, y sanciones hasta la impensada aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, que en esencia es más bloqueo con la extraterritorialidad como norma.

El Investigador estadounidense William LeoGrande ha señalado que el objetivo "explícito" de la política de Trump en Cuba es "hacer que los cubanos sean lo suficientemente miserables como para derrocar al gobierno". Un espectacular error de cálculo imperial.

La más reciente denuncia cubana es que "EE.UU. incrementa acciones de piratería económica contra Cuba. Realizan actividad ilegal de vigilancia y persecución a buques y amenazan a compañías navieras, empresas de seguro y Gobiernos para impedir la llegada de combustible al país. Es un plan genocida...", escribió este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, en su cuenta en Twitter.

Pero, el pasado 28 de julio el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del XXV Foro de Sao Paulo, en Venezuela, recordó:

“[...] la administración de los Estados Unidos ha comenzado a actuar con mayor agresividad para impedir la llegada de combustible a Cuba [...]
“Nos quieren cortar la luz, el agua y hasta el aire para arrancarnos concesiones políticas.  No se esconden para hacerlo.  Declaran públicamente los fondos destinados a la subversión dentro de Cuba, inventan pretextos falsos e hipócritas para reincorporarnos a sus listas espurias y justificar el recrudecimiento del bloqueo.
“En el colmo del cinismo, apelan al chantaje.
“Ignorantes de la historia y los principios de la política exterior de la Revolución Cubana nos proponen negociar una posible reconciliación a cambio de que abandonemos el curso escogido y defendido por nuestro pueblo, ahora como antes.  Nos sugieren traicionar a los amigos, echar al cesto de la basura 60 años de dignidad”.
Cuba dice: “¡No, señores imperialistas, no nos entendemos!”

Tal contundencia, pone la pelota en el campo del adversario. Cuba resistirá la arremetida porque no la podrán tener jamás.