El Gobierno de Cuba reiteró su disposición a establecer un diálogo con Estados Unidos, que permita encontrar una solución al caso del ciudadano norteamericano Alan Gross -sancionado en La Habana por violar las leyes cubanas- siempre y cuando esas conversaciones se fundamenten "sobre bases recíprocas".
A través de un comunicado institucional, la directora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, expresó que el diálogo deberá contemplar, obligatoriamente, las preocupaciones humanitarias de Cuba vinculadas al caso de los cuatro antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos.
Vidal se refiere a la condición en la que se encuentran Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, quienes “cumplen una prolongada e injusta prisión por delitos que no cometieron y que nunca fueron probados”, precisó.
Los Cinco, como se conoce a los antiterroristas, fueron detenidos junto a René González -liberado recientemente- en el año 1998, por dar seguimiento a organizaciones que ejecutaban y financiaban acciones armadas contra la isla.
“Su encarcelamiento conlleva un alto costo humano para ellos y sus familiares, ya que no han visto crecer a sus hijos, han perdido a madres, padres y hermanos, enfrentan problemas de salud y han estado separados de su Patria por más de 15 años”, detalló la funcionaria.
El comunicado de Vidal se difundió luego de la comunicación emitida por la Oficina del Vocero del Departamento de Estado, este 2 de diciembre, en el que Washington insiste en la liberación inmediata e incondicional de Gross, argumentando que su encarcelamiento es injustificado.
Alan Gross, de 64 años de edad, es un subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid, por su sigla en inglés) y fue arrestado en La Habana el 3 de diciembre de 2009, siendo catorce meses después juzgado y condenado a 15 años de cárcel.
El estadounidense fue procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar un programa financiado cuyo objetivo era desestabilizar el orden constitucional cubano, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con tecnología no comercial.
Por ello, Vidal justifica que cada una de esas acciones constituyen delitos graves que son severamente sancionados en la mayoría de los países, incluyendo Estados Unidos. Asimismo, aseguró que Gross ha recibido un tratamiento decoroso y humano desde su arresto.
“Cuba comprende las preocupaciones humanitarias que concurren en el caso pero, considera que Washington tiene responsabilidad directa por su situación (Gross) y la de su familia, y por ello debe trabajar con La Habana en la búsqueda de una solución”, afirmó Vidal.
El propio Gross ha enviado una carta al presidente Barack Obama, en la que le pide dar "todos los pasos que sean necesarios" para lograr su liberación, por considerar que ésta sólo será posible si el Mandatario se implica personalmente.
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