Honduras: Nasralla comparte las actas que fueron a "Monitoreo Especial" por el TSE [+ video]


Honduras vive en caos social derivado de un proceso electoral fraudulento, han decretado toque de queda y 10 días de estado de excepción sin derechos constitucionales.

El gobierno de Honduras ha decretado toque de queda y ha suspendido los derechos constitucionales por diez días por las protestas tras las elecciones, según señaló el secretario coordinador general del gobierno de Honduras, Juan Ramón Hernández, en un canal de televisión. “En Consejo de Ministros se aprobó la suspensión de garantías constitucionales para que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional puedan contrarrestar esta ola de violencia que se ha desatado en el país”, añadió el secretario del Consejo de Ministros, Ebal Díaz. Esto significa, aparte de no poder salir a la calle durante el toque de queda, que se restringe la libre circulación y el derecho de asamblea.

Después de días de incertidumbre tras las elecciones del domingo, las protestas contra el fraude tomaron pacíficamente las calles. El jueves se empezaron a bloquear calles, quemar ruedas y a lanzar piedras. La policía reprimió con gases lacrimógenos, balas de goma y disparos.

El viernes la situación empeoró. Se cortaron las principales vías de la capital y las salidas. Grupos de personas saquearon comercios en San Pedro Sula y Tegucigalpa a grito de “Fuera JOH”. Las sedes de algunos comercios fueron quemadas, como el Dunkin Donuts de la avenida Centro América en Tegucigalpa.

Herbert, un vecino de la colonia Residencial Plaza que votó por la Alianza, se acercó a ver los bloqueos que un grupo de personas estaban haciendo en el Boulevard Centro América, cerca de su casa: “La gente están muy cansada de todo lo que ha pasado, son muchas cosas, el robo del Seguro Social, la suspensión de los jueces de la Corte Suprema, la reelección… la gente ya no puede más”.

En San Pedro Sula, la principal calle de la ciudad quedó envuelta en una situación de caos y saqueo. Se quemaron casetas de peajes de la salida de la ciudad. Se produjeron enfrentamientos en 14 departamentos y en muchas de las ciudades del país como La Ceiba, Progreso, Lima y Sigualapeque.

Según organizaciones de derechos humanos 21 personas fueron atendidas en el Hospital Escuela de Tegucigalpa por disparos de bala. Una persona resultó muerta. En la colonia El Pedregal, un niño de doce años fue herido por un disparo de la policía militar.

El candidato de la Alianza, Salvador Nasralla, denunció a Radio Progreso que el gobierno “está infiltrando las manifestaciones pacificas” e hizo un llamamiento a los manifestantes a estar alerta. También manifestó en un vídeo en las redes sociales que esta suspensión de garantías será usada para asentar el fraude.

A medida que avanzaba el día, las calles de Tegucigalpa se iban quedando vacías hasta parecer una ciudad “fantasma” con un ambiente enrarecido. “Es muy inusual que no haya nadie en la calle a esta hora pero a mí me ha tocado salir porque tengo que trabajar”, comentaba un joven taxista. Finalmente se imponía el toque de queda.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) no dio a conocer quién ganó las elecciones la noche del viernes tal y como había prometido en una demora que ya se ha hecho normal. El presidente del Tribunal, David Matamoros, comunicó que el escrutinio especial de las actas electorales se aplazaba: “En vista que no están las dos partes estamos convocando para mañana”, dijo Matamoros.

Previamente, la Alianza de Oposición había exigido al TSE revisar las 5.174 actas que no se entraron por internet sino que se escanearon en la sede del TSE y poder acceder a los controles de los servicios informáticos, entre otras demandas. El TSE no quiso revisar las 5.174 actas que proponía la Alianza. Ante esta negativa, la oposición decidió no mandar ningún representante al monitoreo.

Honduras lleva casi una semana sin saber quién ganó las elecciones y también sin presidente, porque el actual, Juan Orlando Hernández (JOH), se presentaba también como candidato del Partido Nacional, una reelección prohibida por la Constitución de Honduras pero que el propio Hernández pudo burlar con una resolución de la Corte Suprema.

Honduras ha estallado en las calles para protestar contra lo que la mayoría de gente considera un fraude electoral. El país vive su crisis más grande después del golpe de Estado del 2009, donde el presidente electo, Manuel Zelaya, fue expulsado del gobierno por un golpe de Estado militar orquestado por el Partido Nacional que contó con el beneplácito de los Estados Unidos.

Las protestas empezaron el miércoles por la noche, cuando después de un apagón por la caída del sistema informático del Tribunal Supremo Electoral (TSE), la ventaja de JOH respecto a Salvador Nasralla se fue achicando. De cinco puntos que le llevaba el domingo, el miércoles la diferencia se redujo a dos puntos.

La crecida de votos del Partido Nacional fue justificada por el TSE y por el propio Partido Nacional por la entrada de actas de zonas rurales donde el Partido Nacional tiene más votantes. Nasralla denunció que estaban mandando a monitoreo especial las actas que beneficiaban a su partido, como las actas 3.445 o 3.536.

Nasralla también denunciaba la entrada de actas sin firmar al sistema informático y que más de 5.000 actas se habían escaneado en la sede de INFOP porque en las zonas donde se cerraron estas actas no había servicio de internet.

Al final de la tarde, Hernández superaba a Nasralla en votos y Nasralla denunciaba fraude: “Nos están robando las elecciones”. El ambiente se iba calentando y los simpatizantes en medio de gritos de “Fuera JOH” convocaban protestas frente la sede de INFOP, donde las estaban las actas. Nasralla invitaba a tomar las calles pacíficamente y personas de otras ciudades llegaban a Tegucigalpa para presionar al TSE.

“Nosotros estamos dispuestos a morir, los pobres, porque esta situación no se aguanta más, espero que la comunidad internacional pueda hacer algo para ayudarnos”

Un magistrado del TSE, Ramiro Lobo, pedía al mismo tribunal “transparencia” ante la desconfianza que estaba generando la institución con el apagón informático. Lobo ya había declarado anteriormente que los primeros resultados daban una tendencia ya irreversible.

La noche del miércoles hubo las primeras cargas y la policía militar lanzó gases lacrimógenos. Un joven manifestante que acudió a los bloqueos explicaba: “Nosotros estamos dispuestos a morir, los pobres, porque esta situación no se aguanta más, espero que la comunidad internacional pueda hacer algo para ayudarnos”.

La tarde del miércoles, Nasralla rompía un pacto firmado con la Organización de Estados Americanos (OEA) de respetar los resultados oficiales del TSE cuando se hubieran escrutado todas las actas. Nasralla declaró: “Firmé este documento antes de que cayera el sistema informático del TSE, y fue una trampa. El acuerdo con la OEA era de respetar los resultados sin alteraciones y el TSE ha alterado los documentos en los últimos dos días. Esto es inaceptable”, añadió.

Nasralla explicó que firmó el trato con la OEA para evitar que Juan Orlando Hernández, que está al mando de las Fuerzas Armadas, llevara los tanques a las calles. David Matamoros, presidente del TSE, reconoció que el sistema informático había caído pero insistió en que esto no afectaba a los resultados.

La portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Heather Nauet, pidió el miércoles “calma y paciencia mientras los resultados son procesados” y urgió a los candidatos a aceptar los resultados cuando estén disponibles. La congresista estadounidense Jan Schakowsky pidió al TSE “transparencia” y que ofrezca “actualizaciones claras y detalladas sobre los resultados”.

En una rueda de prensa, organizaciones de los derechos humanos insistieron en que “no hay transparencia” y mostraron preocupación por la situación de Honduras. La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) también le pidió al TSE que actúe de “forma transparente y que brinde cuentas de forma minuciosa y permanente”.

Los observadores de la Unión Europea pedían el martes que se hicieran públicos los resultados lo más rápido posible para no generar sospechas ni crear incertidumbre. Pero más tarde pidieron al TSE que no publicara resultados sin el 100% del escrutinio.

La misión de observadores de la OEA hizo una llamada a la calma.

Fuente del texto: Diana Gener/http://www.lanuevarevolucion.org

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